Investigadores argentinos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Barcarce (Argentina) han conseguido obtener, mediante técnicas de ingeniería genética, una vaca de raza Jersey que segrega dos proteínas humanas en la leche.
Los científicos han logrado insertar dos genes humanos que codifican la síntesis de la lisozima y la lactoferrina en un solo sitio del genoma bovino, por lo que se expresan únicamente en la glándula mamaria.
La vaca en cuestión, que ahora tiene 1 año y dos meses de edad, se ha sometido a un tratamiento hormonal para inducir la lactación, ya que lo normal es que una ternara tenga su primera cría a los 26 meses, para poder verificar que los dos se expresaban correctamente las proteínas en la leche.
El objetivo de este trabajo fue crear una leche de vaca más parecida a la humana, ya que la de vaca casi no contiene lisozima y su lactoferrina no es activa en las personas.
Pero para que el nuevo producto esté disponible en el mercado todavía queda un largo camino por recorrer. Serán precisos nuevos estudios por delante para verificar, entre otras cosas, que la leche es activa y saludable para el consumo humano. Además, serán necesarias inversiones público-privadas y el desarrollo de un marco legal que ampare a los alimentos obtenidos de animales modificados genéticamente.
Podéis acceder a la noticia completa y a vídeos de los científicos explicando el proceso en la página web del INTA.