La Asociación Española de Ciencia Avícola (AECA), sección española de la World Poultry Science Association (WPSA), ha celebrado en Lleida su 50 Simposio. La Universitat de Lleida ha sido el escenario donde se han desarrollado los tres días de un intenso programa de conferencias y actividades que han tenido lugar entre el 2 y el 4 de octubre.
La sesión plenaria a cargo de Patricia Gosálbez, de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), fue seguida con gran interés por una numerosa audiencia, a primera hora de la mañana del jueves día 3. El asunto tratado por la ponente fue la actividad que está llevando a cabo la ACSA para formar a los periodistas de los medios no especializados en asuntos de seguridad alimentaria. Este trabajo, que se materializa a través de los informes anuales SAM y de reuniones periódicas con estos profesionales, es de gran importancia para que la industria alimentaria y de producción pecuaria pueda transmitir la información necesaria que garantice la tranquilidad de los consumidores.
Gosálbez es consciente de las dificultades que supone para un periodista no especializado el tratamiento de noticias sobre supuestas crisis de seguridad alimentaria… y de que las malas noticias “venden”. Para evitar que se caiga en los mismos errores de tratamiento en los medios que ya se han hecho evidentes en anteriores crisis, como la de la E. coli en los pepinos, las dioxinas, etc., la ACSA elabora unos informes anuales y ha creado una red de periodistas expertos en seguridad alimentaria. Periódicamente se organizan mesas redondas con profesionales de la comunicación en las que se debate el tratamiento de este tipo de información y se proponen líneas de actuación en el futuro.
La especialista de la ACSA afirma que aunque desde la Administración y el sector avícola en concreto y el de producción de alimentos en general se piensa que se es suficientemente transparente, los consumidores no lo perciben así y por eso son tan sensibles a informaciones negativas sobre seguridad alimentaria. Por otra parte, también fue muy clara en señalar que “el riesgo cero en alimentación no existe y un consumidor bien informado y maduro debe saber gestionar ese riesgo”.
Gosálbez anunció que el próximo informe SAM, de 2012, que se presentará en breve, tratará la cuestión del desperdicio de alimentos.
En el debate que siguió a la ponencia, la directora de INPROVO (la Interprofesional del Huevo) María del Mar Fernández Poza, comentó que se echa en falta desde el sector que la Administración no comunique con claridad que la producción industrial y ecológica no son contrapuestas en materia de seguridad alimentaria, saliendo al paso de publicidades y publicaciones engañosas que asocian los alimentos ecológicos con comida segura y los industriales con peligrosa. En respuesta a esta intervención, Patricia Gosálbez lamentó que el impacto informativo de la administración es muy pequeño, comparado con el de los medios de comunicación y las redes sociales, así como hizo hincapié en que el sector debe ser proactivo en informar al consumidor.
Beneficios de los microminerales en forma orgánica
Una de las sesiones paralelas que tuvo lugar el mismo día 3 trató la cuestión de los beneficios que se obtienen al utilizar microminerales en forma orgánica en lugar de inorgánica, tanto en la calidad del huevo para venta o de su incubabilidad cuando se trata de reproductoras, como de los mejores resultados de producción en broilers.
Sally Salomon, de la Universidad de Glasgow, se centró en cómo la utilización de selenio en forma orgánica en la dieta de pondedoras y reproductoras había arrojado excelentes resultados en mejora de la calidad de la cáscara del huevo. La clave está en que este micromineral determina la formación correcta de la base de proteínas sobre la que se va depositando el calcio para formar la cáscara: si la base proteica no se forma adecuadamente, la cáscara es deficiente y los huevos se rompen, son demasiado blandos o tienen apariencias extrañas (como arrugados, por ejemplo).
Por su parte, Carlos Pérez Coello, conocido especialista mexicano en avicultura, señaló que los minerales son uno de los ingredientes más importantes en alimentación avícola pero que, también, son los ingredientes “olvidados”. En su conferencia hizo referencia a la importancia que tienen los microminerales en la sostenibilidad de la avicultura y el papel básico de los microminerales en forma orgánica, con una serie de ventajas muy importantes, como que se minimiza la presencia de metales pesados en las deyecciones o se consigue bajar mucho la dosis de inclusión de minerales en el pienso ya que son mucho más biodisponibles que los inorgánicos, entre otras. Los beneficios de los microminerales en forma orgánica, insistió el ponente, se reflejan tanto en los briolers como en la producción de huevos para consumo o para reproducción.