Durante 40 años, la dermatitis digital ha afectado al ganado vacuno de todo el mundo. Las dolorosas lesiones que la enfermedad provoca en las pezuñas limitan el tiempo que las vacas pueden estar de pie y alimentándose, lo que afecta a su bienestar y a sus producciones. La enfermedad se puede encontrar en casi todos los individuos de las explotaciones lecheras de Norteamérica, por lo que tiene un impacto económico significativo en estas industrias en los Estados Unidos.
Los baños de pezuñas implican remojar las pezuñas infectadas en soluciones de sulfato de cobre o formaldehído, que pueden causar problemas medioambientales o ser peligroso para los trabajadores que los aplican, por lo que son precisos tratamientos alternativos como los suplementos alimenticios o los baños con los derivados botánicos.
Según publica Drovers CattleNetwork en su página web, científicos de la Madison School Veterinary Medicine de la Universidad de Winsconsin están investigando formas nuevas de tratar la enfermedad, dando lugar al desarrollo de tratamientos más seguros y eficaces, cuyo primer paso es la creación de métodos de prueba efectivos.
Para ello han desarrollado un modelo de infección experimental para reproducir y tratar las lesiones de las dermatitis digitales agudas en el ganado de una manera estandarizada y en un ambiente controlado. Se trata de aislar a una población muy pequeña de ganado en un laboratorio libre de otros factores que pueden afectar el curso natural de la enfermedad.
Con este modelo experimental se pretende mejorar el bienestar animal, ya que permite probar a escala los productos en una población pequeña antes de que se utilicen en el campo. Además, el impacto en las vacas en las que se prueban es mínimo porque las lesiones inducidas se tratan con antibióticos de inmediato, de forma que el dolor desaparece y no se convierten en crónicas, y las vacas llevan una vida perfectamente sana después.