---

Tal y como publica PigProgress.net, científicos de la Universidad de Aarhus están colaborando con científicos de otros siete países en un nuevo proyecto de investigación para evitar uno de los principales problemas de conducta en las granjas comerciales de cerdos: las mordeduras de colas. El objetivo de la colaboración es obtener nuevos conocimientos que permitan eliminar la necesidad del corte de colas, práctica preventiva actualmente generalizada en los lechones jóvenes.

Las mordeduras de cola son uno de los principales problemas en la producción porcina moderna, tanto en términos de bienestar de los animales como de economía de la producción. Se trata de un comportamiento anormal a causa del estrés, enfermedades, la mala calidad del aire o la competencia por el alimento o el agua. Uno de los principales orígenes es la falta de materiales que los cerdos pueden morder o agarrar.

Los cerdos tienen una fuerte necesidad innata de explorar su entorno masticando, mordiendo y la manipulando diversos objetos y materiales. Cuando no existen suficientes materiales para explorar, la necesidad de morder puede redirigirse a otros cerdos, especialmente a sus orejas y colas.

El proyecto FareWellDock es un proyecto de investigación de tres años que ha comenzado este otoño en Dinamarca, el Reino Unido, Francia, los Países Bajos, Suecia, Noruega, Finlandia y los EE.UU. El objetivo general es proporcionar la información necesaria para la evaluación cuantitativa del riesgo de las mordeduras de cola y poder llegar a una situación en la que no haya que cortar las colas en Unión Europea.

En la investigación participarán tres grupos. Uno de ellos desarrollará mejores medidas para evitar las mordeduras de cola, centrándose en investigar las causas de los brotes de las mordeduras, es decir, cuáles son los factores en la vida cotidiana en las granjas que realmente desencadenan este comportamiento.

Otro grupo de investigación desarrollará métodos para evaluar la cantidad de paja u otros materiales para explorar y masticar, de forma que los cerdos satisfagan su necesidad de explorar y, por tanto, se reduzca el riesgo de mordeduras de cola.

El tercer grupo se centrará en averiguar lo que realmente les sucede a los lechones a los que se les corta la cola: cuánto dolor sienten, si se traduce en dolor a largo plazo y cómo se compara con el dolor que se experimentan los cerdos a los que les muerden la cola.