Según publica el Agricultural Research Service (ARS) de los Estados Unidos en su página web, científicos del Departamento de Agricultura (USDA) están estudiando la producción de mielina, proceso denominado mielinización, esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y que tiene un efecto en la coordinación y la rapidez de los reflejos. Un equipo lideradao por Jeffrey Vallet, fisiólogo y jefe de la Unidad de Investigación de la Reproducción del ARS, está investigando el papel que tiene la mielina en el movimiento rápido y fácil de los lechones recién nacidos para evitar ser aplastados accidentalmente por su madre, ya que el aplastamiento por la cerda es la principal causa de mortalidad predestete en los lechones. Los investigadores compararon el contenido en mielina en la médula espinal, el cerebelo y el tallo cerebral, que están involucrados en la coordinación y reflejos, entre los fetos de los lechones más grandes y los más pequeños en la gestación tardía de la cerda. No observaron diferencias en la meilinización de la médula espinal, que se desarrolla antes, entre los dos grupos. No obstante, observaron una cantidad significativamente menor de mielina en el tallo cerebral y el cerebelo de los fetos más pequeños.
En otro estudio, Vallet y sus colegas estudiaron los efectos de un suplemento dietético de creatina (que desempeña un importante papel en el metabolismo de la energía ) en las cerdas. Los investigadores estudiaron el metabolismo de energía y la mielinización en los lechones y llegaron a la conclusión de que alimentar a las cerdas con creatina no tuvo ningún efecto en el proceso del nacimiento (duración, número de mortinatos y tasa de mortalidad antes del destete). Sin embargo, observaron una disminución en el número de lechones aplastados en las camadas procedentes de madres que habían recibido creatinina.
Según Vallet, estos estudios sugieren que la reducción en la producción de mielina puede contribuir a que la tasa de supervivencia de los lechones de bajo peso al nacimiento sea menor. Además, una mejora en la mielinización podría aumentar la capacidad del lechón para evitar el aplastamiento por su madre.