Según un informe hecho público esta semana por la Organización Mundial de Sanidad Animal, remitido por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), se ha conseguido erradicar un brote de diarrea epidémica porcino (PED) en el país suramericano tras tres meses desde que notificó el primer caso (el 7 de marzo de 2014).
El número de focos ha ascendido a 45, tanto en explotaciones porcinas industriales como de traspatio, y se han visto afectados los departamentos de Cundinamarca y Huila (42 focos) y esporádicamente Tolima, Boyacá y Santander (un foco en cada uno). La morbilidad ha sido del 18 % y han muerto un tercio de los animales afectados.
El Instituto Colombiano Agropecuario puso en marcha medidas de control en marzo, tras la notificación de un cuadro agudo inusual de diarreas: declaración de emergencia sanitaria, cuarentena de predios sospechosos, limpieza y desinfección, control de movimientos, intensificación de las medidas de bioseguridad, prohibición de concentraciones de animales, vigilancia activa, inclusión como reporte de notificación obligatoria en el sistema de información y vigilancia epidemiológica, entre otras.
Se han observado durante el desarrollo del brote bajas tasas de morbilidad y mortalidad, muy diferentes a las presentadas en Estados Unidos, Canadá y México, y las granjas han recuperado sus niveles productivos habituales en menos de dos semanas.
Como se trataba de una enfermedad que no se había notificado con anterioridad en Colombia se remitieron muestras al Centro de Enfermedades Animales de Plum Island (Estados Unidos) para aislar el virus, confirmar de qué virus se trataba por RT-PCR y secuenciarlo. El 6 de junio el centro norteamericano confirmó que se trataba de virus PED similar al reportado en Estados Unidos, pero diferente al observado en Asia.
Afortunadamente, el episodio se ha resuelto en junio y la Administración colombiana lo da por finalizado y no tiene previsto que sea necesario llevar a cabo nuevas acciones.