MERCEDES MORALES/CÁDIZ»
Las instalaciones de acuicultura de Cádiz han sufrido robos continuos a lo largo de todo el año, pero en vísperas de la Navidad este saqueo se ha disparado en los términos municipales de Chiclana, San Fernando y Puerto Real, lo que ha puesto en serio peligro la supervivencia de muchas empresas.
En estos días la situación está llegando a límites insospechados, ya que a la sustracción de ejemplares de dorada, lubina o lenguado se han sumado este año el robo de reproductores de estas especies que permanecían estabulados en los esteros. Las pérdidas económicas del ejercicio actual han superado ya el millón y medio de euros. Los sementales robados, muy costosos y valorados, obtenidos tras años de investigación, son vendidos por los «pescadores furtivos» en el mercado ilegal al peso, al mismo precio que una dorada normal, cuando un espécimen de reproductor se valora en 1.400 euros como mínimo.
Dado que el stock de reproductores supone el pilar sobre el que se asienta la actividad, los productores temen que si siguen dándose estos robos, las empresas del entorno de la Bahía de Cádiz se vean abocadas al cierre por no poder obtener alevines con los que desarrollar la actividad.
En una llamada de atención desesperada a las administraciones, los productores de la Bahía de Cádiz han reclamado, a través de la Asociación de Empresas de Acuicultura Marina de Andalucía (Asema) y a la Subdelegación del Gobierno, «un refuerzo de la vigilancia por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del
Estado y una mayor y mejor coordinación entre las autoridades locales y provinciales, de manera que exista un control eficaz de las zonas de producción, las carreteras, los posibles puntos de venta e incluso los locales de restauración».
En la provincia, unas cuarenta pequeñas empresas se dedican al engorde de pescado pero, además, en la Bahía de Cádiz se encuentra la empresa Cupimar, la mayor proveedora de reproductores de dorada y lubina de toda España.
Fuente: Lavozdigital.es