Un estudio colaborativo entre Virginia Aragón, investigadora del IRTA en el CReSA, y Junkal Garmendia, investigadora del CSIC en el Instituto de Agrobiotecnología de Navarra, ha descrito un nuevo plásmido en H. parasuis que porta resistencia a los antibióticos b-lactámicos, como penicilinas y cefalosporinas, y que únicamente se encuentra en H. parasuis colonizadores no virulentos.
Los estudios de resistencias a antimicrobianos se centran habitualmente en aislados clínicos bacterianos. Así, se ha descrito un alto grado de resistencias a varios antibióticos en cepas clínicas de H. parasuis aisladas en España.
Este nuevo estudio abre un nuevo capítulo en los estudios de resistencias a antimicrobianos. Así, se ha descubierto la existencia de un nuevo plásmido en cepas no virulentas de H. parasuis, resistente a los antibióticos b-lactámicos, que no se ha podido detectar en las cepas aisladas de las lesiones de los animales con la enfermedad de Glässer. Este plásmido es de tamaño pequeño y es fácilmente mantenido por las cepas que lo tienen, ya que no les supone una desventaja biológica.
“Estos plásmidos representan un reservorio de genes resistentes a b-lactámicos que pueden ser transferidos a otros agentes patógenos u otras bacterias” –explica la Aragón–. “Habría que destacar la importancia de la microbiota cuando se realizan estudios de vigilancia de resistencias a antibióticos”.En este trabajo también ha colaborado el Bruno González-Zorn, de la Universidad Complutense de Madrid, y se ha publicado en: Moleres J, Santos-López A, Lázaro I, Labairu J, Prat C, Ardanuy C, González-Zorn B, Aragón V, Garmendia J. Novel blaROB-1-Bearing Plasmid Conferring Resistance to β-Lactams in Haemophilus parasuis Isolates from Healthy Weaning Pigs. Appl Environ Microbiol. 2015 Mar 6. pii: AEM.03865-14.