El Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona acogió del 28 al 30 de junio el XXII Congreso Internacional Anembe de Medicina Bovina, cuya valoración es muy positiva ya que ha contando con más de 1.000 participantes, entre congresistas, ponentes, empresas colaboradoras y firmas expositoras.
Luis M. Ortega-Mora (Universidad Complutense de Madrid) puso de manifiesto la importancia de la bioseguridad en la sanidad animal en su ponencia “Bioseguridad y enfermedades reemergentes en las explotaciones de vaca nodriza”. Explicó que debido a las características del manejo de los animales en los sistemas de producción de la vaca nodriza (dehesa, sistemas de montaña y sistemas no montañosos de la España húmeda), los principales riesgos sanitarios están relacionados con el pastoreo, la monta natural y el contacto con la fauna silvestre, por lo que urge poner en marcha programas de bioseguridad específicos que tengan en cuenta estos riesgos y en los que se contemple la valoración sanitaria del semental como punto clave. “Debe prestarse una especial atención a la enfermedades reemergentes en los últimos diez años en vacuno extensivo como es el caso de las enfermedades de transmisión venérea (tricomonosis y campilacteriosis) y la besnoitiosis”, hizo hincapié Ortega-Mora.
Gerard Cramer (Universidad de Minnesota) enseñó a los asistentes cómo conseguir que las vacas hagan lo que se desea sin someterlas a estrés y cómo aprovechar cada interacción con los animales para entrenarles y enseñarles. Cramer comenzó su ponencia, eminentemente práctica, compuesta por múltiples videos muy didácticos y titulada “Estrategias para el manejo práctico del ganado en granjas lecheras”, explicando que el comportamiento de las vacas es función de su bilogía y del ambiente: “las vacas se mueven en la dirección en la que miran, siguen a las demás vacas, tienen tendencia a volver a de donde han venido, cada interacción crea una experiencia de aprendizaje positiva o negativa, responden a la presión ambiental (puertas, personas, etc.) a los cambios en esta presión (puertas abiertas o cerradas)”, afirmó.
Cramer concluyó que para tener éxito en el manejo de las vacas mediante la técnica de presionar y soltar es muy importante ser paciente (no gritar, golpear o picar repetidamente a los animales si no mueven); considerar el ángulo de aproximación al animal, ya que influirá en la dirección en la que la vaca se mueve; tener en cuenta la posición que se tiene respecto a la vaca, puesto que una posición más cercana inicia el movimiento mientras que con una más lejana se mantiene; y controlar la velocidad de movimiento, porque la de las vacas difiere de la de los humanos y se puede entrar en la zona de huída del animal.
Alfonso Monge (Monge Veterinarios SLP), Ramón Juste (Serida) y José Luis Sáez Lorente (Mapama), moderados por Xoan Ramón Alvite, formaron la mesa redonda sobre la situación de la tuberculosis en España. Monge comenzó diciendo que la erradicación de la tuberculosis supone una dificultad para que las ganaderías continúen con su actividad, por lo que considera imprescindible poner en común las ideas de los veterinarios con la administración y así contribuir de forma positiva. Por su parte, Juste recordó que la tuberculosis es una enfermedad muy antigua que se ha pretendido controlar desde principios del siglo 20 y que algunos países se declararon libres ya en los años 50. “En España se empezaron a hacer los primeros controles en los años 50, momento en el que se determinó una prevalencia del 16 %”, puntualizó Juste. Respecto al presupuesto, del programa de erradicación se ha reducido un 10 % en 2017 y se reducirá un 10 % adicional en 2018, es decir un 20 % en total, ya que el dinero se ha invertido en sofocar los focos de gripe aviar, de dermatitis y viruela ovina y caprina, en palabras de Sáez.
La alimentación, el bienestar y el calostro son los tres factores más importantes en la recría de terneras, por eso Abelardo Martínez (Hoard’s Dayriman) tituló a su ponencia el A, B, C de la crianza de terneras. Centró su exposición en el calostro y afirmó que las terneras deben recibir el equivalente al 10 % de su peso en calostro de buena calidad lo más pronto posible después de su nacimiento, es decir, 5 g de IgG por cada kilo de peso al nacer. “La cantidad, calidad y momento de administración del calostro va a tener un impacto en la producción futura de la becerra al entrar en la edad adulta”, puntualizó Martínez.
Respecto al bienestar, Martínez recalcó que hay que aportar las condiciones necesarias que disminuyan al mínimo el desafío ambiental y garanticen la bioseguridad y establecer protocolos de prevención de los diferentes tipos de estrés. “La alimentación debe hacerse de tal forma que les permita alcanzar su máximo de potencial de productividad; el objetivo es que la ternera duplique, como mínimo, su peso al nacer y llegar al destete a los 56 días de edad y destetarla con una condición corporal de 2,5”, finalizó Martínez.
Sobre el éxito o fracaso de la reproducción, habló Robert Larson (Universidad Estatal de Kansas). El fallo reproductivo puede ser debido a factores dependientes del toro, de la hembra por enfermedad. En cuanto al toro se refiere, puede ser por no tener suficiente esperma fértil en el momento del apareamiento, no poder dejar el esperma en el tracto de la hembra (a causa de heridas o malformaciones del pene, debido a que la monta es dolorosa por problemas de espalda, de pezuñas o de patas) o que el toro no quiere montar a la hembra (por baja libido o porque está dominado socialmente por otros toros). Que la vaca esté muy delgada o que todavía sea prepúber son los dos principales casos en los que el fallo reproductivo depende de la hembra.
Respecto al fallo reproductivo por enfermedad, Larson explicó que puede ser debido a infertilidad, es decir, pérdidas embrionarias tempranas (trichomonosis, vibriosis, etc.) a abortos (IBR, BVD, hongos, bacterias, toxinas, anormalidades fetales, etc.) y a anormalidades fetales, causadas por virus. “En mi experiencia, la mayoría de los casos de infertilidad se dan por fallo del toro o de la vaca, no a causa de una enfermedad, excepto en el caso de la trichomonosis”, explicó Larson.
Pablo Salgado (Seragro) presentó un estudio llevado a cabo por su equipo de trabajo sobre la enfermedad de la línea blanca, la úlcera de suela y la dermatitis. Salgado hizo hincapié en que los resultados de este trabajo no son concluyentes, si no que lo que dicen es que la información de lo que está pasando está en la propia granja.
Las principales reflexiones que Salgado puso sobre la mesa fueron que es necesario trabajar en la prevención, pero no solo sobre la pezuña sino que hay que conocer los factores que en cada caso están dando problemas, es decir, para realizar una buena prevención hay que saber qué vacas están cojeando y por qué.