Tal y como publica en su página web la Universidad de Nottingham (Reino Unido), expertos pertenecientes a esta institución están desarrollando un sistema de alerta temprana que avise a los ganaderos del riesgo de posibles enfermedades en los animales más jóvenes.
El proyecto, que debería estar disponible en las granjas en los próximos tres años, cuenta con la participación de PrognostiX, especialistas en digitalización, y British Telecom (BT), y está respaldado por una subevnción de Innovate UK, la la agencia de innovación financiada por el gobierno del Reino Unido. Mientras PrognostiX está desarrollando la tecnología, BT está trabajando en el software y la Universidad de Nottingham en los algoritmos para convertir las estadísticas en alertas significativas para los ganaderos.
Uno de los objetivos clave para reducir el uso de antibióticos en las explotaciones de vacuno, especialmente cárnicas, es mejorar la salud de los animales jóvenes. En esta dirección, el uso de tecnologías sanitarias innovadoras y de precisión ofrece una gran solución. Aunque la disponibilidad de distintas tecnologías dirigidas a la ganadería ha aumentado en la última década, no hay ninguna que se dirija a la salud de los animales jóvenes y, en general, muy pocas tecnologías ganaderas de precisión se han validado en el campo. Por ello, el objetivo del trabajo es desarrollar una tecnología innovadora que combine diferentes formatos de datos, utilice la aplicación del Internet de las cosas (IoT) y análisis avanzados para la detección temprana de enfermedades en poblaciones de animales jóvenes y así permitir el uso específico de antibióticos.
Así, los investigadores están desarrollando un sistema, llamado Y-Ware, que se trata de un sensor (pequeño bolo ruminal), que podrá utilizarse en terneros de hasta 14 semanas, y un panel de control, que proporcionará a los ganaderos un sistema de alerta temprana de riesgo de enfermedad utilizando la información del sensor de bolo y otra información sobre el animal recogida de diferentes fuentes adicionales (incluida la temperatura y la humedad del edificio, registros de la granja, veterinarios, el peso, etc.). Con toda esta información el sistema crea datos de referencia y una “firma” específica para el animal. Cambios inusuales en esta “firma”, por ejemplo, un aumento inesperado en la temperatura corporal, detectarían signos de enfermedad, lo que permitiría tratar y poner en cuarentena al animal.
Junto al bolo, están desarrollando una plataforma de pesaje inalámbrica que se ubicaría en los abrevaderos, dentro o fuera, de forma que se pesaría a cada animal cada vez que beba.