El veterinario de porcino está presente en todo el proceso de la granja a la mesa. Trasladando innovación y conocimiento, garantizando la salud, el bienestar de los animales y la seguridad alimentaria de los productos que de ellos se obtienen. “La medicina veterinaria es la rama de la medicina que se ocupa de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los animales. En el caso de la ganadería, el papel del veterinario va más allá, siendo el responsable de la mejora genética, el bienestar, su alimentación y además es el máximo garante de asegurar el control y calidad de los alimentos que de ellos derivan”. Así defienden desde la Asociación de Veterinarios de Porcino de Aragón (AVPA) y los colegios oficiales de veterinarios de Zaragoza, Huesca y Teruel la labor que realizan estos profesionales. Según ellos mismos detallan, en Aragón existen programas sanitarios comunes para todas las granjas que son desarrollados e implementados por el trabajo conjunto del funcionario veterinario del Gobierno de Aragón y el veterinario de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria. “En estos programas sanitarios se trabaja sobre el control y erradicación de enfermedades de declaración obligatoria, enfermedades emergentes y zoonosis en coordinación con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)”, concretan las mismas fuentes. Además, está el veterinario de campo que trabaja junto con el ganadero, con el que mantiene una relación estrecha, “aspecto que es de suma importancia, ya que los veterinarios son la fuente de información en los aspectos que a ellos les compete”, dicen los profesionales.
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