“El cambio climático cambiará el estatus actual de la Sanidad”. Así de concluyente se ha mostrado el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Sánchez-Vizcaíno en la tercera y última jornada del II Curso Internacional sobre Zoonosis Emergentes organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera y la UIMP, que tuvo lugar el 17 de octubre. “Hemos comprobado que las enfermedades ligadas a vectores, organismos que transmiten enfermedades, con el cambio climático disponen de varias ventajas que antes no tenían. Estos microorganismos colonizan nuevas zonas, aumentan su número y al aumentar la temperatura tienen más facilidad de ser infectados y por lo tanto de propagar el virus”, ha explicado Sánchez-Vizcaíno. Según el catedrático de Salud Animal, “cuando la temperatura sube tres grados, es más fácil que este tipo de enfermedades aparezca en zonas nuevas y se propague con mayor rapidez”, y ha puesto como ejemplo la enfermedad del Nilo Occidental o la lengua azul, que “antes no pasaba del paralelo 40 y ahora llega hasta Dinamarca”.
Gripe aviar
Respecto a la gripe aviar, Sánchez-Vizcaíno ha explicado que “los movimientos de frío también han actuado sobre los sistemas de migración”. “La gripe aviar la transportan aves que vienen de la zona europea aunque no son muy frecuentes en nuestro país. Lo que más nos preocupa es que se contagie África, porque la mayoría de aves migratorias que pasan por España proceden de ese continente”, ha comentado. Por ello, ha asegurado el catedrático en Salud Animal, “nuestro índice de riesgo actual es igual o menor a años anteriores, ya que de momento los niveles de contaminación en la vida silvestre en el continente africano todavía son muy bajos”.
Lengua azul
Otro de los ejemplos sobre la influencia del cambio climático en las zoonosis que ha explicado Sánchez-Vizcaíno ha sido la enfermedad de la lengua azul, que tuvo un brote importante en las Islas Baleares en 2003. “Todas las autoridades estaban preocupadas porque esa infección pasara a la costa mediterránea por la gran cantidad de barcos que las comunican, sobre todo en verano. Nuestro grupo hizo una investigación y concluyó que en la Comunidad Valenciana no se dan todavía las condiciones adecuadas para que el vector transmisor tenga un significado muy importante”, ha comentado. Para el catedrático en Salud Animal “en teoría, Valencia debería tener un nicho ecológico propicio para este vector, por temperatura y permeabilidad del suelo, pero de momento aquí no ha cuajado, y no sabemos todavía el porqué”. Eso sí, Sánchez-Vizcaíno ha advertido que “no significa que en los próximos años pueda aparecer un brote, aunque hoy en día es la zona más segura”.