El 3 de febrero pasado, el ministerio de Salud, Agricultura y Ganadería ecuatoriano emitió un acuerdo que prohíbe la reproducción de perros Rottweiler y Pitbull. La medida fue adoptada cinco meses después que un niño de 7 años muriera tras ser atacado por dos perros Pitbull, en el sector de Carcelén Bajo. Los perros fueron sacrificados luego de la muerte del menor.
Tras la nueva medida, muchos dueños de perros de estas razas creen que es una injusticia ya que cada perro es un individuo y sostienen que la raza no tiene nada que ver con el comportamiento del animal.
En forma de protesta, 50 dueños de perros Rottweiler y Pitbull marcharon desde el parque de El Arbolito, en el norte, hasta la Plaza de la Independencia, en el Centro; para probar su punto, fueron acompañados por sus mascotas a lo largo de la avenida 10 de agosto por el característico tránsito de las 9 de la mañana en la ciudad. Los participantes de ésta manifestación llegaron a la Plaza de la Independencia a las 11 horas, luego de una caminata de dos horas.
Algunos de los manifestantes incluían a miembros de
La Federación Internacional de American Pitbull Terrier del Ecuador fue quien patrocinó la movilización. Esta organización todavía continúa en proceso de legalización ya que fue fundada hace tan solo cinco meses. Su misión es defender a razas de perros a los que se los considera peligrosos y se les va a privar el derecho de reproducirse.
Aunque joven, es una organización con muchas expectativas. Han formulado una propuesta para la reforma del reglamento promovido por el gobierno la cual fue presentada en el Palacio de Gobierno al finalizar la marcha. Esta propuesta sugiere que en vez de prohibir la reproducción total de estas razas, se impulse una reproducción controlada de las mismas.
Varios miembros de la organización han aclarado que no están en contra de la regulación a la tenencia de perros, pero sí de que se discriminen a las razas American Pitbull Terrier y Rottweiler como únicas razas peligrosas. Agregaron que todos los perros pueden ser violentos si se los maltrata, es un instinto. Sostienen que la regulación debería ser pareja y justa, para todas las razas. Sugieren también, que debería lanzarse una campaña de defensa para todos los animales de compañía del país. Esto implicaría educar a la sociedad en todo lo que implica el cuidado de sus mascotas, incluyendo un registro para la reproducción y cría.