De acuerdo a la veterinaria Patricia Koscinczuk, dos problemas de conocimiento público asociados a las mascotas tienen que ver con el aumento del número de perros y gatos callejeros y los problemas de comportamiento que afectan la relación humano animal.
Estas situaciones afectan al bienestar de los animales de compañía y una manera de prevenirlas es poner en práctica los conceptos de tenencia responsable. “Mucho se habla sobre le tema tenencia responsable pero pocos entienden el alcance de la definición” dice.
Se entiende por tenencia responsable a la obligación que tiene cada propietario de una mascota de cubrir las necesidades básicas del animal y hacerse cargo de los riesgos que puede representar su mascota para otros animales y el resto de la sociedad. Al hablar de necesidades básicas debemos tener en cuenta el comportamiento normal de la especie.
En el caso particular de los perros, se ha observado que, con frecuencia, los propietarios exhiben conducta paternal dirigida hacia sus mascotas, cuantas veces hemos escuchado decir: quiero a mi perro como un miembro más de la familia. “No está mal que así sea, de hecho, los perros también responden al grupo humano como si fueran sus iguales primando una relación de grupo del tipo interespecífico. Pero es bueno que en esta relación se mantenga una comunicación con conocimiento de rituales específicos de la especie canina que permiten la cohesión del grupo conformado por la familia y el perro”.
Los rituales específicos permiten la jerarquización del grupo, su estabilidad, permiten la construcción y la permanencia del grupo y, por sobre todas las cosas tiene un efecto sobre el bienestar del individuo al disminuir la ansiedad.
Adopción
Al respecto, la investigadora resalta que la tenencia responsable comienza antes de la adopción. “No es indispensable que una familia tenga una mascota, pero una vez que se ha decidido adoptar una, es necesario que tengan en cuenta los principios de tenencia responsable” expresa.
Para ello la participación del médico veterinario es fundamental para asesorar a los futuros dueños. El médico veterinario se encuentra en una posición ideal para informar a los propietarios ya que tiene un conocimiento mínimo sobre las razas y el comportamiento normal de la especie en cuestión.
Pero ¿qué es lo que debería tener en cuenta un dueño antes de llevar una nueva mascota a la casa? Según Koscinczuk el hecho de incorporar una mascota tiene que ser algo consensuado en el grupo familiar. Insistimos, no todas las familias están preparadas para educar y tener responsablemente a una mascota. Algunos de los factores que intervienen en la decisión de adoptar tienen que ver con la composición del grupo familiar, el lugar donde va a vivir la mascota y el tiempo disponible para educarlo y darle atención.
Elección
Otra de las cuestiones que surgen es si se adopta un perro mestizo o uno de raza. Conviene saber que tanto mestizos como de raza requieren de los mismos cuidados. Ciertas razas requieren un cuidado particular del manto y por lo tanto necesitan más tiempo para bañarlo y peinarlo.
Otras razas en cambio por el grado de actividad y talla no se adaptan fácilmente a espacios reducidos y, para hacerlo necesitarán más tiempo del propietario para hacer ejercicio. Con respecto a la elección de la raza en base a su comportamiento, existe una variabilidad intra racial importante dentro de cada raza y que el comportamiento del perro depende más de la influencia del entorno que de su genética.
De todas maneras, se debe tener especial cuidado en la educación y tenencia de animales que por su gran tamaño y fuerza una mordida pueden causar serias lesiones corporales especialmente en niños y ancianos.
Con respecto al tamaño, “en general se considera que un perro toy o miniatura es el ideal para las personas mayores y no se tiene en cuenta el hecho de que estos perros no se visualizan correctamente y pueden dificultar el desplazamiento. Por otra parte, las razas grandes son más difíciles de manejar, particularmente en el momento de los paseos y ejercicios” señala la profesional.
Los perros demandan cierto tiempo y atención, especialmente cuando son cachorros, por lo tanto, adoptar un perro cuando los niños de la casa tienen menos de 5 años no es el mejor momento porque los niños también requieren mucha atención. La mejor asociación es un perro adulto bien socializado que podrá jugar o cuidar a los niños o, esperar a que los niños crezcan y participen en el proceso de educación de la mascota.
Respecto al sexo, explica que se debe considerar que algunos tipos de agresión son más frecuentes en machos. Por otra parte, las hembras responden mejor a los niños. Si bien el celo puede ser considerado como algo molesto para los dueños, ya sea por el sangrado o la atracción sexual de otros machos, la castración quirúrgica temprana es recomendada tanto para hembras como para machos, ya que tiene numerosos beneficios sobre el comportamiento y la salud en ambos sexos.
Una vez que el perro llega a la casa comienza el trabajo más arduo para el propietario: educación. “Una vez más es necesaria la participación del médico veterinario que debe orientar a los propietarios sobre la importancia de una buena socialización para prevenir problemas de conducta como agresión, ansiedad, fobias” concluye.