En el número de noviembre de la revista Ateuves el artículo de portada, de Mónica Rubio y José Mª Carrillo (Universidad CEU – Cardenal Herrera), trata de la alimentación de los cachorros de perro.
Los autores explican que la nutrición que reciban durante sus primeras 36 horas de vida va a ser determinante para su desarrollo posterior. Es fundamental que ingieran suficiente cantidad de calostro, que les protege contra las infecciones y además estimula la mucosa intestinal, induciendo cambios en su actividad enzimática y favoreciendo el inicio de las secreciones.
Para los cachorros huérfanos, Rubio y Carrillo hacen hincapié en la importancia de las leches maternizadas. Hay que elegir cuál es la más coveniente, dependiendo de la edad del cachorrito y de si ha ingerido calostro o no.
El destete es otro de los desafíos nutricionales con los que se topa el cachorro en desarrollo. La alimentación sólida hace que intestino, hígado y páncreas incrementen sus secreciones. Además, la adaptación a los nuevos nutrientes obliga a cambios en las vellosidades intestinales y en la velocidad de los movimientos de segmentación y peristaltismo.
Aunque en general los cachorros en desarrollo necesitan hasta el doble de la energía que requiere un perro adulto y también mayores niveles de proteína, no es lo mismo si se trata de animales de razas grandes o de razas pequeñas.
Si quieres ver el artículo completo, haz clic aquí.
Si quieres suscribirte a Ateuves, haz clic aquí.