Esta cepa viral, que fue identificada por primera vez en perros en el 2004, se ha extendido rápidamente. Los Centros de Control y Prevención de los Estados Unidos dicen que el virus de la gripe H3N8 actualmente se ha identificado en más de 30 estados.
El tratamiento de la influenza canina con frecuencia implica el tratamiento con líquidos intravenosos, reposición de electrolitos, diuréticos, antibióticos de amplio espectro y supresores de la tos. En los perros con alto riesgo de contagio del virus H3N8, aquellos que viven en las perreras, en refugios para animales, o son perros de exposición, puede justificarse darles la vacuna contra este virus. Tanto los costos del tratamiento y la prevención serán cubiertos por PurinaCare.
Los propietarios deben estar atentos a los síntomas de la enfermedad en sus perros, incluyendo fiebre, tos, secreción nasal, pérdida de apetito y letargo. La atención inmediata es necesaria para prevenir el posible desarrollo de una neumonía bacteriana secundaria, que puede ser mortal en casos extremos.