Según una noticia publicada en Google noticias el 18 de diciembre, un perro o un gato casero tiene un impacto ecológico doble que un automóvil.
El cálculo ha sido realizado por dos arquitectos neocelandeses, Robert and Brenda Vale, y publican los datos de su estudio en el libro Time to Eat the Dog: The real guide to sustainable living. Sus afirmaciones han causado la rápida reacción de diversas organizaciones defensoras de los animales y de propietarios de mascotas.
El trabajo señala que para alimentar a un perro de tamaño medio, que consume 164 kg de carne y 95 de cereales al año, el impacto en el medio ambiente corresponde a una superficie de 0,84 hectáreas. En un perro de tamaño grande, como un Pastor Alemán, la equivalencia serían 1,1 hectáreas.
En cambio, un vehículo de tipo 4x4 que recorre unos 10.000 kilómetros anuales, teniendo en cuenta la energía necesaria para su fabricación y la utilizada para sus desplazamientos, tiene una huella de carbono de 0,41 hectáreas, la mitad que la del perro de tamaño medio.