Tres perros de raza Bóxer, dos de ellos hembras esterilizadas de ocho y nueve años respectivamente y el otro un macho entero de seis años y medio, fueron sometidos a una cardioversión eléctrica para tratar en los tres casos una taquicardia ventricular que no respondía al tratamiento famacológico.
La hembra de ocho años tenía una frecuencia cardiaca de 250 latidos/minuto y mostraba un pulso femoral débil, las mucosas pálidas, jadeo y letargia. El macho tenía unos síntomas muy similares y además sufría episodios de síncope. El análisis del electrocardiograma de estos dos animales evidenció que la taquicardia tenía su origen en el ventrículo derecho.
La otra hembra, la de nueve años, había sido tratada con una infusión endovenosa continua de lidocaína debido a las arritmias ventriculares que había mostrado durante los exámenes iniciales. A la exploración, el animal estaba débil, tenía las mucosas pálidas, tiempo de relleno capilar prolongado, pulso femoral debilitado y una taquicardia de 265 latidos/minuto. En este caso, el electrocardiograma señaló que la taquicardia tenía su origen en el ventrículo izquierdo.
En los tres animales el problema cardiaco no había respondido al tratamiento farmacológico. Como alternativa, se llevó a cabo una cardioversión eléctrica mediante un desfibrilador bifásico cargado a 30 J, aplicando la descarga de forma sincronica con el pico del complejo QRS. Los tres perros recuperaron una frecuencia cardiaca normal.
La perra de nueve años tuvo que ser sometida a una nueva cardioversión a los cinco días porque se le reprodujo la taquicardia ventricular, pero volvió a responder de forma adecuada.
Así, según los resultados del estudio, parece que la cardioversión eléctrica puede ser un tratamiento seguro y eficaz en perros con taquicardia ventricular que no responda a la administración de fármacos.
*Prosek R. Electrical cardioversion of sustained ventricular tachycardia in three Boxers. J. Am. Vet. Med. Assoc. 2010 Mar 1;236(5):554-7.