La infección bacteriana es muy contagiosa y afecta principalmente a los caballos, burros y mulas, aunque los seres humanos también pueden contraer la enfermedad. La infección provoca nódulos y ulceraciones en el tracto respiratorio superior y en los pulmones. También se presenta una forma de la enfermedad que afecta a la piel y se conoce como “farcy”.
El Dr. Salman Abdul Nabi, director de Municipios y del Ministerio de Agricultura y ganadería de Bahréin, dijo que los caballos en el país estaban siendo examinados para detectar señales de muermo. Informó que las muestras de sangre de más de 400 caballos han sido enviadas a un especialista en los Emiratos Árabes y que los resultados dan a los funcionarios confianza de que se trata de un pequeño brote. El gobierno asignó rápidamente los fondos para gestionar la situación. De acuerdo con Abdul Nabi, alrededor de una docena de caballos mostraron signos de la enfermedad, aunque algunos se están recuperando.
Inicialmente, cuando se descubrió la enfermedad por primera vez a mediados de abril, dos caballos murieron. En ese momento el gobierno estableció una prohibición de circulación de caballos y las competiciones fueron eliminadas. Dichas restricciones han entrado en vigor el 26 de abril hasta próximo aviso.
Scott Weese, DVM, de la Universidad de Guelph advirtió en el blog EquID, que debido al contagio de muermo en los caballos, es imprescindible identificar los animales que hayan estado expuestos. Señaló que las personas que trabajan con animales infectados pueden contagiarse ya que el muermo puede pasar a través de su ropa o por los instrumentos.
En el Reino de Bahréin, un archipiélago de 36 islas en el Golfo Pérsico frente a la costa oriental de Arabia Saudita, viven unos 6.500 caballos. Por lo que el control y contención del brote es esencial.