La gente que lucha con la enfermedad bipolar puede encontrar consuelo a sus bajones depresivos y a sus periodos de alegría gracias a las mascotas de cuatro patas, tanto si están adiestradas como si no, según una información aparecida en everydayhealth.com.
A las personas con trastorno bipolar u otro tipo de alteración del ánimo se les recomienda a menudo un animal de asistencia. Éste además de proporcionar compañía, se adiestra para trabajar con un paciente específico, para ayudar a dicha persona a tratar con sus incapacidades. No obstante, no se necesita un perro especialmente adiestrado para conseguir los beneficiosos efectos psicológicos de tener un animal de compañía cerca. Recientes estudios muestran que el mero hecho de tener una mascota puede ayudar a alguien que se esté recuperando de una seria enfermedad mental.
En el caso concreto de la enfermedad bipolar los perros pueden ayudar al paciente a discernir si lo que está viendo son alucinaciones o bien realidad. Una vez que la persona se da cuenta de que lo que está viendo no es real puede iniciar técnicas para reducir su estrés. Por lo que respecta a la falta de relación social durante los episodios de depresión, el paciente, como parte de su terapia, debe sacar a pasear al animal a los parques donde, por lo general hay mucha gente por lo que se ve obligado a interaccionar con otras personas.
Otros beneficios de las mascotas
Tener un perro especialmente adiestrado para tratar con síntomas específicos es una gran ayuda. Aunque los expertos también afirman que las mascotas son de una inestimable ayuda para aquellas personas que se están recuperando de una importante enfermedad mental: