El autismo incluye una variedad de condiciones en las que los niños tienen problemas de comunicación e interacción con otros y les cuesta comportarse de forma adecuada en contextos sociales.
Investigaciones previas han mostrado que los perros con una preparación específica pueden ayudar a los autistas en situaciones sociales y mejorar su rutina diaria. Pero el presente estudio, citado en myhealthnewsdaily.com, es el primero que demuestra que también tienen una influencia beneficiosa sobre el aspecto psicológico. Igualmente, los animales mejoran la conducta de los chicos de modo que se reduce la cantidad de problemas que citan los padres.
Sonia Lupien y sus colaboradores de la Universidad de Montreal midieron los niveles de cortisol de la saliva de 42 niños autistas. Por lo general, la producción de cortisol alcanza un pico 30 minutos después de que la persona se despierte y después, disminuye a lo largo del día. Los niveles de cortisol de los niños se midieron antes, durante y después de que el perro fuera entregado a las familias. El animal estaba especialmente entrenado para ser obediente y permanecer tranquilo incluso en los ambientes más caóticos.
Dos semanas antes de la aparición del perro los niveles de cortisol de los niños eran del 58% durante los 30 primeros minutos en los que se acababan de despertar. Pero cuando estaba el perro, sus niveles descendieron al 10%. Y cuando se separaron de los perros tras cuatro semanas, el cortisol subió al 48%.
Los padres también señalaron una disminución de la conducta problemática de los niños cuando el perro estaba con ellos. El porcentaje de estos problemas descendió de 33, en las dos semana previas a la presencia del perro, a 25 cuando el animal formaba parte de la familia.
Futura investigación
Los estudios en adultos parecen establecer una correlación entre el incremento de la hormona y el aumento del estrés y su disminución, con un estado mental positivo. Se necesitan más estudios en niños autistas para averiguar si la bajada de estos niveles de cortisol realmente se corresponde con un cambio en el nivel de estrés del niño, dicen los investigadores.
Otros estudios deberían examinar por qué los perros disminuyen los niveles de cortisol. Por ejemplo, es posible que los perros ayuden a los niños a dormir mejor, lo cual puede afectar a dichos niveles, afirman los investigadores.