Los retrovirus son virus con material genético compuesto por RNA, y los retrovirus endógenos (ERV) son secuencias derivadas de infecciones retrovirales introducidas en células de la línea germinal que se transmiten de generación en generación, integradas en el genoma. Según diversas investigaciones, la expresión de los ERV puede beneficiar al huésped si está controlada; podría ayudar, por ejemplo, a la protección del embrión. Sin embargo, debido a su carácter patógeno, también relacionan los ERV con el cáncer, la esquizofrenia o las enfermedades autoinmunes.
De todas maneras, el conocimiento sobre los ERV es aún reducido. Han sido detectados en todos lo mamíferos y en muchos otros vertebrados, pero sólo se han realizado investigaciones génicas para primates y roedores.
Según informa Sinc, para detectar los ERV, el biólogo Koldo García se ha valido de herramientas informáticas. En concreto, ha utilizado tres métodos. A ellos les debe la detección de 35 familias de ERV (15 en caballos y 20 en vacas) no descritas hasta la fecha.
Asimismo, García ha estudiado cómo proliferan los ERV en ambas especies, y ha concluido que la reinfección es el mecanismo mayoritario en los dos casos. En general, los ERV proliferan principalmente de dos maneras: mediante transposición (ocurre en la misma célula de la línea germinal) o por reinfección (los ERV salen de su célula e infectan a otra célula de la línea germinal).
La tesis muestra que la reinfección es muy común, ya que esta misma forma de proliferación es la mayoritaria en otros muchos animales. En concreto, para su investigación García ha reunido datos de humanos, chimpancés, ratones, ratas y perros, para así compararlos con los de vacas y caballos. De esta manera, ha comprobado que, exceptuando las ratas, todos estos animales se valen de la reinfección más que de la transposición.
Parte de los resultados de esta tesis se han publicado en el número de octubre del Journal of Virology.