Se desconoce cuál es la actividad moduladora de la dieta de ácidos grasos n-3 sobre la inflamación y la respuesta inmune en los gatos domésticos. Para profundizar un poco más en esta cuestión un grupo de investigadores norteamericanos realizó un estudio con gatas adultas (n = 14/tratamiento). A los animales se les alimentó con tres dietas diferentes: control, aceite de pescado o aceite de linaza con ratios de ácidos grasos n-6:n-3 de 20:1, 5:1 y 5:1, respectivamente, durante 12 semanas. La respuesta inmune se evaluó en las semanas 0, 6 y 12, y la respuesta de hipersensibilidad cutánea en las semanas 6 y 12. El aceite de pescado incrementó (P <0,01) los ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico en el plasma y la piel, mientras que el aceite de linaza aumento el ácido α-linolénico. Los aceites de pescado y de linaza disminuyeron (P <0,01) la respuesta inflamatoria de la piel a la histamina. Los gatos alimentados con aceite de pescado, pero no con aceite de linaza tuvieron un nivel mayor (P <0,05) de leucotrienos cutáneos LTB (5), pero no LTB (4). Los aceites de pescado y la linaza disminuyeron las poblaciones de linfocitos B, T total y T (h), y la respuesta proliferativa de leucocitos a PWM (fitolaca americana) (p <0,05). En contraste, no hubo cambios en la proliferación de linfocitos estimulados con (concanavalina A) (ConA) o fitohemaglutinina (PHA), poblaciones de células MHC II y Tc, la respuesta DTH, citotoxicidad NK, la producción de IL-2, o las concentraciones plasmáticas de IgG. Por lo tanto, el aceite de pescado y linaza pueden reducir las respuestas inflamatorias de la piel en los gatos, sin embargo, el aceite de linaza parece menos inmunosupresor que el aceite de pescado.