La enfermedad renal es un síndrome donde multitud de procesos patológicos pueden desencadenar la pérdida de nefronas y cuenta con una prevalencia relativamente elevada, sobre todo entre los gatos de edad avanzada.
Una vez se ha realizado el diagnóstico, los objetivos terapéuticos buscan los tratamientos médico-nutricionales más adecuados que incrementen su calidad de vida. Estos tratamientos tienen que adaptarse a cada caso en particular en función del paciente, de la gravedad del proceso y de la etiología que conduce a esa IR.
El aporte nutricional es sumamente importante en esta situación y que con él se pretende actuar sobre los factores que influyen en la progresión de la pérdida funcional del riñón, y posteriormente, una vez estabilizado el paciente, en mejorar su calidad de vida.
Los autores explican con detalle a lo largo del artículo qué nutrientes debe contener la dieta para estos pacientes y en qué proporción. Así, hablan de la importancia de las proteínas que han de ser escasas pero de muy alto valor biológico, para conseguir el equilibrio del nitrógeno y limitar la cantidad de desechos. Respecto a los ácidos grasos poliinsaturados señalan que los últimos estudios recomiendan que se incrementen los ácidos grasos omega 3 en detrimento de los omega 6.
La última parte del artículo presenta los diferentes mecanismos en los que se puede administrar esta dieta que dependerá del estado del animal, de la sintomatología presentada y de la gravedad del proceso. Por ello, para poder adaptarse a las distintas circunstancias, se pueden realizar distintos tipos de administraciones: vía oral (“forzada” o con jeringuilla; “asistida” o propia; y con estimulantes del apetito), enteral y parenteral.
Extraído de: Prada Areán, Iván (PhD, DMV), San Román Llorens, Fidel (DMV), Blanco Mañanes, Blanca María (DMV) y Blázquez, Óscar (ATV). Tratamiento nutricional en la insuficiencia renal. Ateuves nº 35, noviembre/diciembre 2011, pp. 14-20