Durante el congreso de Asistentes en centros veterinarios hubo tiempo para hablar sobre la situación profesional tanto de los auxiliares como de los adiestradores caninos. Un año más, Benito Pérez Delgado fue el encargado de explicar a los asistentes la actualidad sobre el tema. Comentó que a pesar de haber invitado al Ministerio de Educación o Trabajo ningún representante había aceptado el ofrecimiento, por lo que él se limitaría a exponer cómo estaba el proceso hasta ahora, pero que él no estaba capacitado para responder a todos los interrogantes que se plantearan.
La cualificación de adiestradores caninos y de auxiliares veterinarios ha tomado caminos diferentes. La de estos últimos se va a incluir en otra más amplia la de Técnico superior en ganadería y asistencia veterinaria, que va a ser un título único de FP de 2.000 horas y se va a integrar dentro de la familia profesional agraria. Se podrá impartir en escuelas regladas que cumplan con la normativa.
Esto es lo que se sabe hasta ahora, a partir de aquí todo son interrogantes. Delgado indicó que había visto poca voluntad por parte de las autoridades de aclarar todo el procedimiento. “La interpretación del ministerio” –continuó– “es que no somos un colectivo tan numeroso. Ellos consideran que un gremio de 10.000 o 30.000 personas tiene más peso y son prioritarios”.
Es una buena noticia para generaciones posteriores ya que este grado va a permitir trabajar en todo lo relacionado con el mundo animal. El problema radica en cómo se va a obtener este grado, en qué va a pasar con la gente que sólo tiene una parte de esta formación que es la mayoría de los actuales auxiliares. Esto todavía no está aclarado: no se sabe ni cómo ni cuando se va a hacer.
Situación de los adiestradores caninos
La situación de los adiestradores caninos es bastante diferente a la de los auxiliares. Lo que se va a hacer con este colectivo es una evaluación y acreditación de las competencias profesionales, es decir, según la definición del INCUAL (Instituto Nacional de las Cualificaciones), es un conjunto de actuaciones dirigidas a reconocer, evaluar y acreditar las competencias profesionales adquiridas mediante la experiencia laboral o de vías no formales de formación. Esta capacitación se demuestra por la experiencia y, en el caso concreto de los adiestradores, se ha solicitado que demuestren que han realizado una actividad concreta en este campo, no vale con decir que se ha estado trabajando durante un tiempo en una determinada empresa, hay que aportar documentos.
Impresiones
Para finalizar la mesa redonda hubo un turno de preguntas, en el que los auxiliares mostraron su decepción por todo el asunto y plantearon sus dudas sobre cómo se va a llevar a cabo todo este procedimiento. Delgado no pudo aclarar nada ya que se limitaba a exponer la situación actual de todo el proceso, que de momento, sigue paralizado.