La profesora de la Universidad Justus-Liebig (Alemania) Franziska Kuhne ha publicado un estudio* en el que profundiza en la utilidad terapéutica de la castración de perros y perras como método para tratar ciertos problemas de comportamiento. La veterinaria señala que la castración en machos puede ser un sistema eficaz para tratar agresividad, marcaje urinario, evitar montas indeseadas, eliminación inadecuada o escapadas. En hembras una indicación de la castración es la agresividad maternal.
Pero los resultados que se obtienen tras la intervención son muy variables y no se garantiza en ningún caso la remisión de los problemas. Cuando se evalúan estos resultados hay que tener en cuenta las circunstancias de cada animal, por ejemplo sus experiencias de aprendizaje anteriores, su edad o el comportamiento dentro de la “manada” (si hay más de un perro en la casa).
La castración también reduce el nivel general de actividad de los animales, incluida evidentemente la sexual, y hace que descienda su agresividad. Como consecuencia, para el propietario suele ser mucho más fácil manejar a un perro o perra castrado que a uno entero, aunque no debe considerarse como la solución definitiva para el manejo de estos animales.
La autora recalca que si se castra a un perro o perra hay que basar la decisión siempre en un estudio individualizado y preciso del comportamiento del animal.
*Kuhne F. [Castration of dogs from the standpoint of behaviour therapy] [Article in German]. Tierarztl Prax Ausg K Kleintiere Heimtiere. 2012 Apr 24;40(2):140-5.