La leishmaniosis visceral canina (CVL) es una enfermedad zoonótica causada por Leishmania infantum, parásito transmitido por la picadura de Lutzomyia longipalpis. Los perros son el principal reservorio doméstico del parásito. El establecimiento de un modelo experimental que reproduzca parcialmente la infección natural en los perros es muy importante para poner a prueba las posibles vacunas, principalmente con respecto a las que utilizan las proteínas salivales del vector y los nuevos enfoques terapéuticos.
En este estudio*, se describe una infección experimental en perros, utilizando la inyección intradérmica de Leishmania infantum más un homogeneizado de las glándulas salivales (SGH) de Lutzomyia longipalpis. Se infectaron 35 perros con 1 × 107 parásitos combinados con cinco pares de glándulas salivales de Lutzomyia longipalpis. Se realizó un seguimiento durante 450 días después de la infección y se evaluaron los parámetros clínicos, inmunológicos y parasitológicos. Doscientos diez días después de la infección se observó que el 31,4% de los perros no mostró niveles detectables de anticuerpos anti-Leishmania, pero todos presentaron diferentes cantidades de parásitos en los ganglios linfáticos. Los animales con xenodiagnóstico positivo tenían al menos 3,35 × 105 parásitos en sus ganglios linfáticos. Se detectó un aumento de los niveles de IFN-γ y IL-10 durante la infección. Un 22% de los perros presentó síntomas de CVL durante la infección.
El modelo de infección descrito aquí muestra un cierto grado de similitud al compararlo con los perros infectados de forma natural lo que abre nuevas perspectivas para el estudio de la CVL utilizando un modelo experimental que emplea la combinación de los parásitos y de la saliva de Lutzomyia longipalpis, ambos presentes en la transmisión natural.
*Costa DJ, Carvalho RM, Abbehusen M, Teixeira C, Pitombo M, Trigo J, Nascimento F, Amorim L, Abreu-Silva AL, do Socorro Pires Cruz M, Miranda JC, Fukutani K, de Oliveira CI, Barral A, Barral-Netto M, Brodskyn C. Experimental infection of dogs with leishmania and saliva as a model to study canine visceral leishmaniasis. PLoS One. 2013;8(4):e60535.