El parásito zoonótico Toxocara canis está considerado uno de los helmintos gastrointestinales más comunes en los perros en Europa. La infección se produce a través de los huevos que hay en el medio ambiente o por la ingestión de huéspedes paraténicos. Los cachorros se infectan por la transmisión intrauterina o lactogénica de las larvas que hay en la perra. La infección prenatal es la responsable de las principales consecuencias, porque los recién nacidos infectados excretan grandes cantidades de huevos de T. canis en el medio ambiente debido a la falta de inmunocompetencia y la consiguiente incapacidad para combatir la infección. Después de la ingestión oral de los huevos, las larvas eclosionan en el intestino delgado y atraviesan la pared intestinal de la mucosa. Dependiendo del estado inmunitario y de la ruta de la infección, se produce una migración traqueal o somática.
Los síntomas clínicos de las infecciones de Toxocara en los cachorros incluyen signos gastrointestinales como la típica barriga abultada o de raquitismo. Las altas cargas del parásito pueden incluso dar lugar a rupturas del intestino y producir una consecuente peritonitis letal. La infección en los seres humanos como huésped paraténico puede llevar al patrón clínico de la larva migrans visceralis, larva migrans ocularis, neurotoxocariasis o la llamada toxocariasis “secreta”. En base al potencial zoonótico, se debería proporcionar al dueño de la mascota la información sobre la biología del parásito y la necesidad de tratamiento antihelmíntico para controlar eficazmente T. canis en perros. Esto puede conducir a un mejor control de los parásitos y a la disminución de la contaminación en el medio ambiente.
Strube C, Janecek E, Heuer L. Toxocarosis in dogs - important aspects for the veterinary practice. Tierarztl Prax Ausg K Kleintiere Heimtiere. 2013 Jun 14;41(3):181-9.