Luis A. Sainz-Pardo Clares
CEO VetAbroad - Vetabroad.com
El Royal College of Veterinary Surgeons (RCVS) es el órgano que gobierna la profesión veterinaria en el Reino Unido. Una de sus funciones es determinar el nivel de competencia, conocimientos y habilidad de aquellos veterinarios que deseen ejercer la profesión en el Reino Unido. En estos momentos el RCVS está revisando los parámetros mínimos exigidos en el primer día de trabajo, “Day one competences”, que se esperarán de un recién licenciado ya sea británico o no.
En la actualidad estas competencias se dividen en tres categorías distintas:
Dentro de la primera categoría, que consta de doce puntos, aparecen requisitos como el ser capaz de comunicarse con los clientes, colegas, autoridades, etc. adaptando su lenguaje a la audiencia y el contexto. Cabe destacar que atención al cliente y comunicación son parte del currículo de último año en las facultades de veterinaria británicas.
En esta categoría también se requiere que el veterinario sea capaz de trabajar como parte de un equipo multidisciplinario con la finalidad de ofrecer el mejor servicio a los clientes y, además, que pueda responder a las necesidades económicas y emocionales del cliente.
En la segunda categoría, que consta de nueve puntos, se requiere que el veterinario tenga conocimientos de bienestar animal, legislación de medicinas, prevención de enfermedades y que conozca la etiología, patogénesis, signos clínicos, diagnóstico y tratamiento de los problemas más comunes en el Reino Unido.
La tercera categoría, que consta de 20 puntos, exige que el veterinario sepa obtener una historia clínica, manipular animales, llevar a cabo un examen clínico, recoger y manipular muestras, aplicar los 12 principios de certificación según establece el RCVS, trabajar de forma estéril o aséptica según proceda, administrar anestesia de una forma segura, etc.
Estos 40 puntos, que se pueden encontrar en el enlace http://www.rcvs.org.uk/document-library/day-and-year-one-competences/ del RCVS, establecen los requerimientos mínimos esperados de un recién licenciado para poder llamarse veterinario. Por ello, cuando muchos utilizan estos argumentos en sus currículos, lejos de impresionar al empresario británico le dejan pensando: “¿Y los zapatos? ¿También te los atas tú solito?”. Aquellos que quieran tener éxito en el Reino Unido deben ser capaces de ofrecer currículos que se adapten a las necesidades de los empresarios.