Diversas manipulaciones veterinarias sobre animales de compañía requieren del uso de sedantes o tranquilizantes: intubaciones, radiografías, ecografías, intervenciones odontológicas y, por supuesto cirugías. Sin embargo, la sedación mediante un fármaco conlleva una serie de riesgos, principalmente la depresión del sistema nervioso central, respiratorio o cardiovascular, que pueden llevar a la muerte del paciente en casos extremos.
Es por ello que un equipo de científicos de las facultades de Ciencias Biológicas y de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la chilena Universidad de Concepción (UdeC), encabezado por el Dr. Luis Aguayo, ha desarrollado una formulación farmacéutica que disminuye estos riesgos de depresión al combinar acepromizina con un fitofármaco. “La invención nuestra es que generamos una combinación de una sustancia que es altamente efectiva pero tóxica (acepromicina), con un componente que aislamos de un producto natural, cuya culminación reduce significativamente la toxicidad de los compuestos actualmente en uso”, explicó Aguayo.
La formulación farmacéutica patentada incluye un neuroesteroide con actividad tranquilizante (1,4-androstadien-3,17-diona) y el tranquilizante fenotiazinico acepromazina. Su uso como preanestésico se recomienda en pacientes de alto riesgo como hipotensos e hipovolémicos, y/o con problemas cardiovasculares. A juicio de Aguayo, la innovación de este trabajo está en el descubrimiento de un neuroesteroide, una sustancia química derivada de los esteroides, que es capaz de interactuar con receptores a nivel molecular: “el cerebro tanto de los humanos como de los animales, tiene neuronas que cuentan con proteínas en la membrana; hay una proteína que se conoce como receptora de “GABA del tipo A”, estos receptores son afectados por el neuroesteroide, de manera que ahora este receptor aumenta su acción que, en el caso del GABA-A es la inhibición del cerebro”, explicó al investigador.
En otras palabras, lo que ocurre es que al combinar el neuroesteroide con la acepromizina, baja la cantidad necesaria de la segunda sustancia, manteniendo la efectividad pero reduciendo los efectos secundarios.
En esta iniciativa participaron los investigadores Luis Aguayo, Mario Silva, José Becerra, Claudia Pérez, Jorge Fuentealba y Antonio Bizama. Además, indicó Aguayo, los aportes de Innova Bío Bío resultaron un importante factor en el desarrollo de esta iniciativa ya que, gracias al Centro de screening o de búsqueda de compuestos, implementado por un concurso de dicha entidad, se logró encontrar la metodología para llevar a buen término este proyecto.