La placentitis es una causa frecuente de aborto tardío en yeguas y compromete la viabilidad de los potros por provocar partos prematuros y que los recién nacidos sufran sepsis bacteriana. Son muchos los agentes bacterianos que la pueden desencadenar: Streptococcus equi subesp. zooepidemicus, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Leptospira spp., Crossiella equi o Amycolatopsis spp., entre otras, según explica una noticia de TheHorse.com.
El tratamiento de esta patología requiere de un diagnóstico precoz, anterior a la aparición de los primeros signos clínicos de que se va a producir un aborto tardío o un parto prematuro, como el desarrollo de las mamas con o sin descarga de leche o la aparición de descarga vulvar. La ecografía permite detectar cuándo hay problemas en la placenta, pero puede ser ya demasiado tarde. Además, resulta bastante complejo llevar a cabo ecografías repetidas en todas las yeguas preñadas de una cuadra, así como acabar tratando a animales sanos porque la técnica suele darnos falsos positivos. Por eso es necesario contar con biomarcadores que nos indique que se está produciendo el problema antes de que se desencadene.
La placenta equina sintetiza y metaboliza progestágenos, necesarios para que se mantenga la gestación. Se ha demostrado de forma experimental que las yeguas que desarrollan placentitis crónica muestran incrementos plasmáticos de progestina, mientras que en las que sufren placentitis aguda hay una caída importante en las concentraciones de esta hormona en el plasma. En cuanto a los estrógenos, en yeguas sanas se mantienen elevados hasta los 150-310 días de gestación; cuando se producen abortos, la concentración sanguínea de estrógenos también baja por debajo de lo normal. De forma experimental, se ha demostrado que la concentración de estradiol-17b baja rápidamente tras la infección placentaria, lo cual sugiere que los estrógenos serían otro posible marcador precoz de placentitis.
También se ha probado la eficacia de monitorizar la concentración de proteínas de fase aguda en la sangre como marcador de placentitis. Es cierto que se eleva cuando se produce este problema, pero son unos marcadores muy inespecíficos ya que su concentración sube por muchas otros problemas de tipo inflamatorio.
En todo caso, parece que la tendencia sería utilizar varios biomarcadores combinados para detectar con precisión posibles placentitis, además de que todavía es necesaria más investigación en este para evaluar su eficacia real.