Una noticia publidada en la web Medicalnewstoday.com informa acerca de una investigación llevada a cabo por veterinarios del Royal Veterinary College británico que permitirá detectar de forma más precoz la enfermedad renal crónica felina (CKD) y mejorar así la calidad de vida de los animales afectados.
El trabajo es tan prometedor que la Foundation For Feline Renal Research, la única ONG dedicada exclusivamente a fomentar la investigación y tratamiento de la CKD, concedió a principios de 2015 una beca de 20.000 dólares al Royal Veterinary College para que continúe la investigación (Unravelling The Genetic Basis for Blood Pressure and Kidney Function In the Cat).
La enfermedad renal crónica felina es una de las mayores causas de mortalidad en los gatos domésticos. Se llega a diagnosticar en más de un tercio de los animales que alcanzan la edad de 15 años, produce un descenso muy importante de la calidad de vida de los gatos debido al dolor y los trastornos que produce y no tiene cura. El objetivo del estudio de Rosanne Jepson y Jonathan Elliott es aislar y analizar genes que puedan tener influencia en el desarrollo de enfermedad renal crónica felina e hipertension, problemas que van muy ligados.
La hipertensión que puede aparecer consecuente a la enfermedad renal crónica felina termina por producir daños generalizados en el organismo y, en particular, problemas oculares que pueden acabar dejando ciego al gato. En personas ya se han detectado genes involucrados en el desarrollo de enfermedad renal crónica e hipertensión y en el Royal Veterinary College han estado investigando para encontrarlos en gatos durante los últimos 20 años. Con la beca de la Foundation For Feline Renal Research van a poder analizar esa asociación genética en al menos un millar de gatos, lo que permitirá avanzar mucho en el desarrollo de la investigación: por primera vez se va a llevar a cabo un estudio con tal cantidad de sujetos analizando la asociación genética entre CKD e hipertensión.
Cómo se hará el estudio
Se necesitan muestras de ADN, que se extraerán de muestras de sangre obtenidas de gatos que sean llevados a revisión a su veterinario, con el consentimiento de sus propietarios.
Para analizar los genomas de los felinos se utilizará un chip exclusivamente desarrollado para ser utilizado con ADN de estos animales y que permitirá caracterizar unas 63.000 variantes genéticas. Así se buscarán regiones del genoma que estén asociadas con la función renal y la presión sanguínea.