Nuestro conocimiento del hipertiroidismo felino ha evolucionado de forma radical desde que se notificaron los primeros casos en la literatura, allá por 1979. Cuando se descubrió la entidad patológica sólo la trataban algunos veterinarios de referencia; en cambio, hoy día todos los clínicos tienen formación y medios para afrontar esta enfermedad.
La inclusión de mediciones rutinarias de la concentración total de tiroxina en los paneles de bienestar de gatos sénior, así como unas buenas técnicas de diagnóstico para los gatos enfermos nos capacitan para detectar el hipertiroidismo felino mucho antes de que los síntomas sean graves. Sin embargo, el diagnóstico precoz de este problema tiene que dar respuesta a diversas preguntas: ¿cómo reconocer los primeros síntomas de la enfermedad? ¿Cómo tratarla cuando está todavía en sus primeros estadios? ¿Cómo tratamos el hipertiroidismo cuando ya se observan enfermedades concomitantes? ¿Cómo tratamos estas patologías concomitantes, tales como la enfermedad crónica renal o la enfermedad cardiaca?
La Guía de buenas prácticas para el manejo del hipertiriodismo felino 2016 de la American Association of Feline Practitioners (AAFP) reúne en un documento todo lo que los veterinarios clínicos necesitan saber sobre este problema y la forma más correcta de diagnosticar y tratar esta enfermedad de los gatos. La guía explica en qué consiste el hipertiroidismo felino como un proceso primario multifactorial y muestra todo lo que se sabe en la actualidad acerca de la etiología y patogenia de la enfermedad.
Además:
La guía está disponible online.
Carney HC, Ward CR, Bailey SJ, Bruyette D, Dennis S, Ferguson D, Hinc A, Rucinsky AR. 2016 AAFP Guidelines for the Management of Feline Hyperthyroidism. J Feline Med Surg. 2016 May;18(5):400-16. doi: 10.1177/1098612X16643252.