Investigadores checos y australianos han colaborado para llevar a cabo un estudio* de revisión de literatura reciente sobre la obesidad felina. Su objetivo ha sido ver qué prevalencia tiene en la actualidad, qué factores de riesgo predisponen a los gatos a ser obesos, cuál es la patogénesis de este trastorno y cuáles son los problemas de salud que se desencadenan debido a la obesidad.
La obesidad es el desorden nutricional multifactorial más habitual en los gatos domésticos. Los últimos estudios que se han publicado analizando poblaciones felinas de diferentes países indican que entre el 11,5 y el 63 % de los gatos pueden tener sobrepeso o ser considerados obesos. Aunque se tenga en cuenta solamente la cifra más baja, ya es un porcentaje muy apreciable.
En cuanto a los factores de riesgo que favorecen que un felino doméstico acabe siendo obeso, no está claro que la raza tenga alguna influencia: diversos estudios se contradicen en este aspecto. Respecto a la edad, parece claro que los gatos entre los 5 y 11 años son más propensos a sufrir obesidad, debido a una reducción de su actividad física y sus constantes metabólicas, relacionada con el envejecimiento.
El sexo de los animales y su estado reproductivo también parecen tener una clara influencia en el desarrollo de obesidad: los machos y los animales castrados ganan peso con más facilidad que el resto. Y, claro, los propietarios también son un factor de riesgo determinante: dueños con sobrepeso suelen tener gatos con sobrepeso y, además, la mayor parte de los propietarios tiende a subestimar el peso de sus mascotas.
La obesidad tiene una implicación directa muy significativa en la salud de los gatos que la padecen. Tiene efectos mecánicos y metabólicos, de forma que predispone a sufrir diabetes mellitus tipo 2, lipidosis hepática, cojeras y otros trastornos locomotores, enfermedades de la cavidad oral, enfermedades del tracto urinario, problemas dermatológicos y neoplasias.
Un aspecto importante relacionado con la prevención y manejo de la obesidad felina es la evaluación de la condición corporal de los gatos para determinar el peso ideal de cada animal y formular planes de pérdida de peso adecuados. Se han desarrollado diversos métodos para llevar a cabo esta estimación, aunque los más habituales son las escalas de condición corporal de 5 o de 9 puntos, de manera que el porcentaje de grasa corporal estimado con estas escalas de medición correlaciona bastante bien con el calculado por densitometría ósea (DEXA). Sin embargo, esos sistemas que son los más utilizados no permiten estimar bien la cantidad de músculo del organismo.
*Tarkosova D, Story MM, Rand JS, Svoboda M (2016): Feline obesity – prevalence, risk factors, pathogenesis, associated conditions and assessment: a review. Veterinarni Medicina, 61: 295-307. [texto completo disponible online]