Se realizó un estudio* retrospectivo para describir las características clínicas de los perros que se presentaron en una clínica entre 2003-2010 con hematuria macroscópica, e investigar si los signos que mostraba el perro y la gravedad y la duración de la enfermedad en la admisión se asociaban con etiologías específicas.
Se evaluaron registros médicos de 162 perros con hematuria macroscópica ingresados en una clínica universitaria de animales pequeños en Thessaloniki, Grecia, entre enero de 2003 y diciembre de 2010. Los criterios de inclusión fueron la decoloración del sedimento urinario combinada con un número anormal de eritrocitos, cuando se examinó al microscopio. Los datos recogidos de los registros médicos incluyeron signos clínicos, gravedad, frecuencia y duración de la hematuria y diagnóstico.
Entre enero de 2007 y diciembre de 2010, 8.893 perros fueron ingresados en la clínica; de estos 99 (1,1 %) fueron admitidos con hematuria. De los 162 perros con antecedentes de hematuria, 80 (49,4 %) tenían entre 5,1 y 10 años de edad, y se presentaron con hematuria aguda (96/162; 59,3 %), constante (99/162; 61,1 %) y leve/moderada (150/162, 92,6 %).
En los 147 perros con diagnóstico registrado, los diagnósticos más frecuentes fueron infección del tracto urinario (ITU, 42/147; 28,6 %), urolitiasis (38/147; 25,9 %), enfermedad prostática (25/147; 17,0 %) y tumores urinarios (13/147; 8,8 %). La prevalencia de ITU fue mayor en las hembras (22/56; 39 %) que en los machos (20/91; 22 %) y en los perros de tamaño medio (22/52; 42 %) que en los pequeños (6/40; 15 %) perros. La urolitiasis fue más prevalente en los perros pequeños (21/40; 52,5 %), y todos los perros con urolitiasis presentaron hematuria leve/moderada. La prevalencia de la enfermedad prostática fue mayor en perros grandes (11/46; 24 %) y gigantes (3/9; 33 %) y en perros mayores de 10 años (8/30; 27 %).
Las causas diagnosticadas más habituales de hematuria entre todos los perros del estudio fueron ITU y urolitiasis, aunque la enfermedad prostática y los tumores urinarios también eran bastante frecuentes por lo que deberían incluirse en la lista de diagnósticos diferenciales. Se consideró que el sexo, la edad y el tamaño del perro y las características de la hematuria eran parámetros útiles para elaborar la lista de diagnósticos diferenciales. Igualmente, estos datos subrayan la importancia de obtener un historial detallado por parte del propietario.
*Adamama-Moraitou KK1, Pardali D1, Prassinos NN1, Menexes G2, Patsikas MN1, Rallis TS1. Evaluation of dogs with macroscopic haematuria: a retrospective study of 162 cases (2003-2010). N Z Vet J. 2017 Apr 17:1-15. doi: 10.1080/00480169.2017.1316529. [Epub ahead of print]