El Colegio de Veterinarios de Alicante emitió un dictamen a petición de un ayuntamiento que está estudiando la oportunidad de contratar los servicios de una empresa dedicada al análisis de ADN fecal para así tratar de frenar el hábito de quien saca al perro y no recoge sus excrementos. En el informe se cuestiona la viabilidad del método por su “alto coste” para el erario, su “falta de eficacia” y las dudas jurídicas que plantea. “El método se ofrece como la panacea para acabar con las cacas de perro en las aceras o jardines cuando no es así y convendría enfocar este asunto como lo que es: un problema de salud pública”, explicó Gonzalo Moreno del Val, presidente colegial.
Más información al respecto en la web del Colegio de Alicante.