Actualmente, el gobierno argentino ha promulgado dos nuevas normativas para afrontar el dificultoso momento por el que está pasando el sector productor. La problemática es a raíz de una devastadora sequía generalizada que sufre todo el país. Las lluvias son casi nulas y el ganado no consigue alimento.
Para ser acogidos por los beneficios de las nuevas leyes, los agricultores y ganaderos deberán encontrarse en una provincia que se declare en “emergencia agropecuaria.”
Una de las normativas se refiere a que la emisión del documento de transporte para los granos y el ganado pasará a ser gratuita. La otra legislación declara “emergencia agropecuaria” que implica el aplazamiento en el pago de los impuestos por un año, las moratorias en los créditos, la concesión de créditos con tasas bonificadas en un 25% y la suspensión de los juicios y procedimientos administrativos por cobros vencidos hasta después de 90 días de dar por finalizada la emergencia.
Serán beneficiados los productores que se encuentren en zonas declaradas en emergencia agropecuaria, y cuya producción o capacidad de producción esté afectada al menos en el 50%. Hasta el momento, el norte argentino y once provincias de la costa atlántica se han declarado en emergencia en su totalidad o en parte del territorio provincial. Se trata de las provincias de: Buenos Aires, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Santa Cruz, Santa Fe, San Juan y Santiago del Estero.
Dentro de todo, las legislaciones sobre la declaración de emergencia han sido muy bien recibidas por el sector agrícola – ganadero. Por otro lado, la medida sobre los documentos de transporte no ha sido bien acogida entre productores ya que solo ayuda con 44 centavos de euro por hectárea de soja, lo cual es irrelevante como ayuda y no es más que ocasionarle una molestia a la Federación Agraria que era la entidad que venía brindando ese servicio al sector y era una de sus principales fuentes de ingreso.