La llegada del verano supone en algunos casos la reducción de servicios públicos, como sucede con los veterinarios y farmacéuticos de Atención Primaria. Este es el punto de partida de la queja del Sindicato Independiente Veterinario de Extremadura (SIVEX), que en un comunicado ha advertido que las políticas de recorte de personal del Servicio Extremeño de Salud “el consecuente acúmulo de las tareas entre facultativos que tienen que asumir, además de su carga de trabajo ordinaria, la del compañero sustituido, imposibilitando que realicen su labor de protección de la salud de las personas con la eficacia debida, y con el matiz de que en estas categorías profesionales, a diferencia de otras, sí existen bolsas de trabajo para contratación temporal con gran número de profesionales disponibles”.
La situación se agrava además, explican, ya que “durante estos periodos se produce en general una mayor exposición a peligros biológicos y químicos ambientales, pues con motivo de la mayor afluencia de visitantes a nuestros pueblos, se abren muchos establecimientos alimentarios no permanentes, las piscinas públicas, sube la demanda de sacrificios de animales de abasto en los mataderos locales, y sin embargo los profesionales que velan por minimizar los mismos se ven reducidos a más de la mitad, con acumulaciones en algún caso de hasta tres zonas de salud a un solo facultativo cuando tendría que haber tres o cuatro facultativos de las dos categorías”.
SIVEX denuncia la situación de abandono en lo que “ha venido en llamarse la España vaciada (Extremadura vaciada en este caso), que afecta a nuestras zonas rurales, más en la provincia de Cáceres, que de manera progresiva pero implacable sufren esa sangría de recursos humanos, como en el caso que nos ocupa de las prestaciones de salud pública, lo que lleva aparejada una pérdida de calidad de vida de una parte importante de los extremeños, de su forma de vida y de una protección efectiva de su salud, y un freno a la actividad económica rural”.
Para ilustrar el estado de la cuestión, el sindicato expone el siguiente ejemplo: “hasta no hace muchos años, en todas las localidades había un veterinario oficial de salud pública y en casi todas ellas, o a muy corta distancia, había mataderos de pequeña capacidad que permitían por un lado la obtención de carnes con una calidad diferenciada, con garantías sanitarias, y por otro una actividad económica de muchas familias, y el conjunto de ello permitía mantener una buena calidad de vida en el entorno rural. Sin embargo a fecha de hoy, entre otros motivos por los recortes en salud pública y de las plantillas de profesionales, todo eso ha desaparecido, y nuestros mataderos locales han quedado reducidos a casos testimoniales, mientras que en países como Austria en esos momentos tienen autorizados más de 3.000 mataderos de pequeña capacidad. Y esto tiene consecuencias, pues amén de la merma de una actividad económica rural y de la falta de oferta de carnes de calidad diferenciada a los consumidores locales, con el consiguiente éxodo rural, surge la posible tentación de que se lleven a cabo actividades sin las debidas garantías sanitarias, que puede afectar a la salud del resto”.
Como solución a esta situación, SIVEX mantiene “la necesidad de mejorar estos servicios de salud pública desde el ámbito de la atención primaria de salud, para evitar un aumento de los riesgos para la salud procedentes de actividades alimentarias, industriales, animales vivos (de compañía, producción y silvestres), caza, pesca, aguas, medio ambiente, etc., y así prevenir la aparición de la enfermedad en las personas (no olvidemos que por cada euro que se invierte en prevención hay un ahorro de 50 euros en curación: “más vale prevenir que curar”).
Para alcanzar esos objetivos, prosiguen, “no solo son necesarios más recursos, que también, sería muy recomendable un cambio en la gestión de la salud pública, de tal manera que se empodere como una actividad sanitaria básica moderna, cercana a los ciudadanos y al medio, y desde el ámbito de la atención primaria se trabaje de manera proactiva para alcanzar esos objetivos de promoción de la salud, protección y prevención, superando y complementando al modelo actual basado casi exclusivamente en tareas de policía sanitaria (inspectoras) o actuaciones reactivas después de que ha surgido el problema de salud.
Para concluir su comunicado, SIVEX desea al Ejecutivo Regional de Extremadura “en esta nueva etapa todo tipo de suerte en el desempeño de sus funciones, en particular al titular de la gestión de las prestaciones sanitarias, pues ello redundará indudablemente en la mejora de la calidad de vida de los extremeños, y les animamos a que entre las medidas para evitar el despoblamiento de nuestros pueblos apoyen decididamente la presencia sobre el terreno de los veterinarios y farmacéuticos de atención primaria, y procedan, amén de otras muchas medidas necesarias, a cubrir mediante nombramientos de sustitución las vacantes por vacaciones, licencias, permisos, jubilaciones, etc., que se produzcan”.