“Ningún veterinario formó parte del Consejo Asesor designado por el Gobierno para afrontar la crisis de la COVID-19. Tampoco hubo mejor suerte en el creado para el proceso de desescalada. El pasado 2 de junio se supo, además, que el presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo --propuesto por el PP-- tampoco formará parte de la Comisión para la Reconstrucción creada en el Congreso, a la que sí acudirán los presidentes de los consejos de médicos, farmacéuticos y enfermeros”.
El Colegio Oficial de Veterinarios de Alicante (Icoval) hace un recuento de la situación que parece muy poco favorable para el colectivo veterinario. Sin embargo, no todo han sido olvidos por parte de la Administración: el pasado 9 de junio, el Ayuntamiento de Alicante invitó a Gonzalo Moreno del Val, presidente del colegio alicantino, a participar en el recién creado Comité para la Reconstrucción de esta ciudad.
Gonzalo Moreno, que también es miembro del Grupo de Expertos de la OCV sobre la relación de la COVID-19 y las mascotas, avanzó entonces tres propuestas que, desde la perspectiva veterinaria, pueden ser clave para que el coronavirus pase a ser cada vez más sólo un mal recuerdo.
“Una situación como esta, lo que exige es un abordaje preventivo. Cuando la medicina asistencial es la protagonista, algo se está haciendo mal”, asegura el responsable colegial”.
La primera propuesta planteada al ayuntamiento alicantino está respaldada también por el Colegio de Farmacéuticos y se refiere a la dimensión profesional del veterinario o del farmacéutico como experto en materia de higiene y seguridad alimentaria.
Tras reflexionar sobre la importancia del turismo para la ciudad y aludir a la acertada decisión tomada a este respecto con la contratación de personal para informar en las playas sobre las medidas tomadas para evitar contagios, Icoval plantea seguir esos pasos en otro asunto de relevancia análoga: la reapertura de establecimientos hosteleros.
“Estos locales pueden suponer un riesgo potencial de contagio muy superior a las playas, al ser espacios cerrados, y donde se manipulan alimentos”, explica Moreno del Val. “En unas circunstancias excepcionales como las actuales, la adaptación de la restauración colectiva exige implementar una serie de directrices y recomendaciones,para minimizar el riesgo”, aclara la propuesta.
Con tal intención se propone crear “un servicio de apoyo, orientación y asesoramiento técnico-sanitario que complemente la labor de la inspección oficial y permita establecer las medidas oportunas en cada momento”. Junto a ello, se recomienda que se recurra a estos profesionales, como de hecho ya ocurrió en las desinfecciones que realizó la UME en residencias e instalaciones públicas, para el diseño de este tipo de programas de higienización.
Atendiendo al origen animal de esta pandemia y al enfoque One health que para esta y otras zoonosis recomienda la OMS o la FAO, Icoval inisite en reclamar este abordaje para hacer un seguimiento de la evolución de la pandemia en la ciudad. De ahí que se proponga realizar también una “monitorización continua de las aguas residuales del municipio para así alertarnos sobre la aparición de nuevos brotes, y hacerlo con una anticipación mayor que con las pruebas epidemiológicas convencionales, lo que ampliaría el margen para la toma de decisiones”, dice la propuesta.
En tanto la enfermedad también se ha confirmado que puede transmitirse de los humanos infectados, aunque de manera excepcional, a los gatos, Icoval propone extender tal control a los felinos para que así estos puedan actuar “como centinelas frente a la contaminación ambiental por el virus”.
Las autoridades, por otro lado, han recomendado que en los casos positivos o sospechosos se evite el contacto con las mascotas. “Esto puede no ser posible en determinadas circunstancias, y también debe considerarse la posibilidad de que los propietarios de los animales puedan ser ingresados durante un periodo prolongado de tiempo”, explica la propuesta. De ahí que Icoval recomiende establecer “un protocolo para que los servicios municipales puedan hacerse cargo de los animales que no puedan ser atendidos”.
De manera paralela y para evitar una disminución del control de la salud de los animales como sucedió en la pasada crisis económica, la entidad colegial insiste en la conveniencia de promover campañas que sobre la importancia de cuidar de la salud de los animales y la necesidad de respetar las obligaciones legales que comporta su tenencia, para redundar en una mejora de la salud de toda la población.