La Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) ha hecho balance de 2020, año en el que ha tenido que añadir reactividad y agilidad para responder con eficacia a la grave crisis producida por la pandemia de la COVID-19 que ha afectado a todas las estructuras sociales y económicas del país.
CEVE nació para regularizar y vertebrar un sector económico donde estaba prácticamente todo por hacer, de manera que durante estos primeros seis años de vida la hoja de ruta ha sido proactiva y se ha centrado en temas estructurales: económicos, laborales, formativos, legislativos, sanitarios, etc.
Desde prácticamente sus inicios, la organización ha trazado un plan estratégico diseñado a largo plazo, con prioridades anuales marcadas y aprobadas por la asamblea general, que es el órgano soberano de la organización.
El año 2020 empezó para CEVE con la firma del I Convenio Colectivo Estatal de Centros y Servicios Veterinarios. Tras esta firma, en los siguientes dos meses se llevó a cabo una intensa labor didáctica para la explicación de su contenido por toda España, a cargo de los miembros de CEVE de la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo.
Su publicación en el Boletín Oficial del Estado se retrasó al 14 de agosto por problemas derivados de la crisis sanitaria. A partir de entonces se ha activado la fase de seguimiento de la implantación del convenio.
La Comisión de Trabajo de CEVE cuenta con una eficiente red de representantes laborales en cada organización territorial, que recoge información sobre las incidencias que van surgiendo y que ofrece apoyo a los socios en las cuestiones que van más allá de lo que tiene que saber interpretar la asesoría de cada empresa. Esta información es muy valiosa de cara a la próxima negociación del convenio.
En septiembre se constituyó la Comisión Paritaria del Convenio, iniciando su labor de interpretación y seguimiento.
A raíz de la irrupción en marzo de la alerta sanitaria por la COVID-19 se creó de inmediato un gabinete de crisis, un grupo transversal con miembros del comité ejecutivo y de los departamentos Laboral, Económico, de Salud Laboral, de Sanidad y de Comunicación que recopilaron toda la información disponible al respecto, la interpretaron y la tradujeron en recomendaciones para el sector, y en ocasiones, incluso para el conjunto de la CEOE. Este grupo ha trabajado durante meses de manera intensiva y bajo mucha presión, manejando a diario una cantidad impresionante de información en un escenario muy cambiante e incierto.
El gabinete de crisis ha realizado una incesante labor de comunicación y defensa del papel del sector veterinario en la salud pública, cursado por diversas vías: innumerables informaciones, alegaciones y comunicaciones con destino a instituciones públicas tanto nacionales como autonómicas y en ocasiones europeas, así como a partidos políticos. Una verdadera lluvia fina que estamos seguros ha tenido su influencia en que, por ejemplo, en algunas autonomías, se hayan ido integrando veterinarios en sus gabinetes de crisis.
Ha sido especialmente relevante la presión ejercida por CEVE en los primeros tres días del estado de alarma del mes de marzo para que el Gobierno declarase al veterinario como sector económico esencial en un segundo BOE, el del 17 de marzo. Esto ha sido vital para que en todos los reales decretos posteriores la actividad veterinaria aparezca siempre como esencial, un hecho fundamental para que el impacto de la pandemia haya sido el mínimo para el sector.
También se ha generado mucha información práctica acerca de las decisiones a tomar por las empresas veterinarias durante esta crisis, especialmente en cuestiones laborales y económicas. Las infografías sobre los protocolos recomendados por CEVE acerca de la seguridad laboral en el ámbito veterinario y para los clientes de los centros han tenido una presencia prácticamente universal en los centros sanitarios veterinarios españoles.
CEVE prosigue compilando e interpretando toda la información relevante, en especial desde el Departamento de Sanidad, en cuestiones de salud pública, y emitiendo documentos con recomendaciones desde el punto de vista del sector veterinario para diferentes instituciones públicas. Se trata ante todo de poner en valor el potencial de aportación de nuestro sector y de la estrategia One Health.
Más allá del trabajo del gabinete de crisis, el constante trabajo de CEVE, especialmente en el seno de CEOE, en diferentes estamentos, ha conseguido ya introducir el concepto One Health en numerosos documentos estratégicos nacionales que en el futuro servirán de base para establecer políticas a seguir, líneas de actuación y de financiación: el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (PNACC), la Estrategia España para la recuperación de la crisis del COVID-19, las Propuestas en materia de Digitalización para el día después, la Propuesta de Macroproyectos Tractores y el Sector Empresarial Sanitario y Social frente a la COVID-19, entre otros.
La participación activa en todas estas acciones y el haber conseguido introducir propuestas verdaderamente relevantes suponen un importante avance cualitativo en cuanto a la relevancia del sector veterinario, cuyos frutos se harán evidentes en el medio plazo. Sin duda, en 2020 hemos ganado posicionamiento estratégico.
En los años venideros va a suceder una transformación socioeconómica de gran calado alrededor de la digitalización, tan importante que se considera que será la cuarta revolución industrial. Muchas dinámicas económicas y sociales van a cambiar, entre ellas la manera de trabajar, y en CEVE existe ya un grupo de trabajo elaborando propuestas que ayudarán al sector a dar este salto con éxito. Esta labor se está llevando a cabo también dentro de CEOE, y CEVE participa activamente en proyectos que serán impulsos clave en la digitalización de España en los sectores salud, cadena agroalimentaria, turismo, movilidad, comercio e industria.
El Departamento de Organización, conjuntamente con el Departamento de Comunicación, ha empezado ya a generar formación al respecto para los socios, dentro de un programa de seminarios web que ha debutado también en 2020 con el afán de preparar al empresariado del sector veterinario para los próximos años de cambio de modelo económico.
Cabe reseñar que algunas de las asociaciones territoriales también han realizado formaciones a las que han podido acceder de manera gratuita los socios de toda España, en un ambiente de trabajo colaborativo y de optimización de recursos.
Hay que decir también que no todo han sido éxitos. Por ejemplo, pese a contar con el apoyo expreso de CEOE, es evidente que la bajada del IVA veterinario no se va a conseguir este año. Y tampoco se ha conseguido avanzar en el tema de la formación normalizada de los ACV. “Serán dos tareas que debemos seguir abordando en el próximo año”, aseguran desde CEVE.
Incluso con todos estos frentes abiertos, la actividad cotidiana de CEVE y los servicios a los socios han seguido funcionando y la organización ha crecido un poco más. El grupo que se ocupa de las cuestiones legales ha seguido vigilante, especialmente en lo relativo a nuevas regulaciones acerca de bienestar animal, y por supuesto dispuesto a prestar ayuda cuando ha sido pertinente.
En 2020, CEVE ha consolidado sus bases como la organización más relevante en la dinamización del sector veterinario y de hecho ha estado activa como nunca. Las diferentes comisiones y grupos de trabajo han podido reclutar más talento humano y así han podido afrontar más líneas de actuación con intensidad. En la actualidad hay más de 40 personas participando activamente en los grupos de trabajo de CEVE.