La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana mantiene una investigación abierta para conocer si hubo “algún tipo de negligencia” entre la detección de los primeros síntomas de rinoneumonía equina y su comunicación a las autoridades, puesto que esta es una enfermedad de obligatoria declaración. Así lo señaló, como informa el Colegio de Veterinarios de Valencia, la consejera Mireia Mollà en un pleno de Les Corts, cuando advirtió acto seguido que se trata de un proceso secreto del que no podía decir más.
Mollà matizó que, aunque esta enfermedad puede ser asintomática, por las declaraciones que ya se habían tomado hubieron “unas fiebres no comunicadas”, por lo que se quiere conocer “las responsabilidades que ha tenido todo el mundo en este proceso”.
La labor conjunta de veterinarios y autoridades sanitarias logró controlar el brote de rinoneumonía equina más fuerte que se recuerda en España en los últimos 40 años. A pesar de las dificultades que presentó el brote por el elevado número de caballos infectados y los animales asintomáticos, que tardan hasta 15 días en manifestar la enfermedad, la rápida intervención de los servicios veterinarios y los órganos competentes permitió frenar la expansión del virus.
La primera notificación de que había caballos enfermos, según el relato cronológico de la crisis realizado por la Federación Ecuestre Internacional (FEI), no se dio hasta el 20 de febrero. Fue esa tarde cuando el delegado veterinario de la citada entidad la informó de que “11 caballos tenían fiebre en el CES Valencia Spring Tour” y pocas horas después tal cifra se elevó a 20. Las autoridades se hicieron cargo de la situación sanitaria el 22 de marzo.
La FEI reconoce que ese día 20 fue informada de que cuatro caballos que habían abandonado el centro el día 14 enfermaron al poco de llegar a Francia. Ese día 20, la FEI ya concluyó que el CES sufría un “brote de la forma neurológica de EHV-1” e “inmediatamente les dijo a los organizadores y funcionarios en el lugar que cancelaran el resto del evento”.
Según esta federación existía “potencial de transmisión” entre los caballos que habían estado en el CES entre el 1 y el 20 de febrero de 2021.