La Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC) agrupa las bases de datos de los animales con microchip y ofrece un sistema centralizado de consulta y localización, aunque cada comunidad gestiona sus propios datos. El número de animales registrados en las bases de datos españolas es de aproximadamente 11,5 millones, no solo de perros y gatos, sino también conejos y hurones.
Lleva 25 años activa y coordina todas las bases de datos de las distintas Comunidades Autónomas españolas para localizar a los propietarios de los animales identificados con microchip en caso de extravíos. Además también cuenta con el localizador interconectado de redes europeas. Armando Solís, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias, es quien la preside.
Se han reunido últimamente con representantes políticos de diferentes partidos para hablar sobre la implantación del Registro Nacional de Animales de Compañía. ¿Realmente se obtendrían beneficios con esta implantación?
Por un lado, el Partido Popular hizo una proposición no de ley para crear un archivo nacional. Por otro, desde el departamento de derechos de los animales también quieren crear un archivo animal. REIAC ha mostrado su conformidad en la redacción y actualización de las normas de rango estatal que regula aspectos relativos al bienestar y protección de los animales de compañía, así como a su tenencia responsable, que actúen como elemento armonizador de las normativas autonómicas e instrumento jurídico eficaz en la defensa y protección de estos animales. Además, la creación de estas normas estatales contribuye a aumentar la sensibilidad colectiva hacia comportamientos más humanitarios y propios de una sociedad moderna. La identificación de los perros es obligatoria en las 17 comunidades autónomas además de Ceuta y Melilla, cada una cuenta con su propia base de datos debido a las transferencias. El objetivo principal es interconectar archivos para agilizar la localización.
La REIAC ofrece fiabilidad y rapidez gracias al buscador localizador de microchips que contiene los datos del propietario, los datos del animal y un teléfono de contacto. Por la ley de protección de datos cada comunidad autónoma gestiona sus propios datos. Para implementar un registro nacional cada comunidad tendría que volcar los datos de sus archivos, lo cual sería un proceso muy lento y tedioso, poco eficaz. Lo que tenemos ahora funciona. Lo que hace falta es avanzar en la línea de lo que ya hay. Hace falta legislar para todas las comunidades autónomas, ante todo homogeneizar las leyes de identificación para que sea igual para todas y cada una de ellas. El archivo está hecho y funcionando, REIAC ofrece su colaboración al gobierno para lo que necesite. Nuestro objetivo principal es conseguir el bienestar del animal y del dueño, agilizando la localización en caso de extravío.
Según el Informe sobre abandono y adopción de animales de compañía 2020 publicado por la Fundación Affinity, el 72 % de animales recogidos no tenían microchip (no estaban identificados). ¿En qué medida podría el registro obligatorio unificado acabar con el abandono?
Aquí el principal problema es que quien abandona no ha identificado previamente a su animal. Si aparece un perro perdido y está microchipado se localiza al dueño inmediatamente. Lo que hace falta para que todo el mundo cumpla la ley es educación y concienciación. Y también sanciones. Los colegios veterinarios realizan constantemente campañas publicitarias para incentivar la identificación y concienciar a la sociedad, pero parece que es necesario el control para evitar el abandono.
¿Cuándo cree que se podría llegar a un acuerdo para legislar?
Es un proceso lento y resulta muy difícil y aventurado determinar una fecha para una norma estatal y política.
¿Cómo se puede promover un control de bajas del Registro por fallecimiento de animales?
Cuando se producen cambios de una comunidad a otra o fallece un perro, algunos propietarios se olvidan o les da pereza acudir al veterinario para informar y firmar. Es un servicio gratuito y la gente no lo hace siempre. Insisto en que hay que educar a la sociedad.
¿Y el alta de otras especies distintas al perro?
Depende de cada comunidad, pero es muy importante. Cuando en las colonias de gatos aparece un foco de enfermedad o infección hay que tenerlo controlado para poner remedio. Vamos muy despacio en España en subir el estatus de los gatos. Nos ha costado mucho elevar al perro. El papel del veterinario es educar al propietario y recomendar la identificación de su animal de compañía, sea el que sea. Identificar a los gatos puede evitar su pérdida cuando salen de casa de aventuras, se caen de la ventana, etc. Iremos avanzando poco a poco.
Durante la reunión también se habló sobre la necesidad de homogeneizar en todo el territorio la vacunación antirrábica. ¿Cree que será posible a corto plazo?
Queremos que se legisle en todas España, ya que actualmente es obligatorio vacunar frente a la rabia a todos los perros pero todavía hay excepciones: Asturias, Galicia, País Vasco y Cataluña. Sin embargo, sí que es obligatoria para viajar a Europa. Somos lugar de tránsito para los países del este de Europa (donde aparecen focos de enfermedad) y desde Marruecos (donde también existen casos). No tiene sentido. Un perro sin vacunar en una región pone en riesgo tanto a animales como a personas en todo el país. También sería recomendable que fuera obligatoria para todos los gatos y hurones, ya que se trata de una zoonosis grave, altamente contagiosa. Todas las acciones sanitarias con los animales de compañía redundan en el bienestar animal. Se deberían hacer más revisiones para cuidar la salud global, es decir, poner en práctica el concepto One Health. Los políticos lo reciben y lo entienden… habrá que ver cómo y cuándo se pondrán manos a la obra. Es un asunto de voluntad política.
Natalia Sagarra - Portal Veterinaria