Zamora acoge del 18 al 20 de noviembre el XXVI Congreso Nacional y XVII Congreso Iberoamericano de Historia de la Veterinaria, en el que se dan cita veterinarios y otros profesionales interesados en la historia de la Veterinaria de la península Ibérica y de otros países hispanoamericanos.
Además de las actividades y ponencias incluidas en el programa, el Colegio de Veterinarios de Zamora ha querido complementar el congreso con una muestra de instrumental clínico, libros y documentos antiguos, para ofrecer una imagen retrospectiva de los medios técnicos y conocimientos que, hace varias décadas, conformaban el quehacer diario de la profesión.
Los fondos proceden del propio Colegio, el Servicio Territorial de Sanidad y de la familia de Tomás Gómez, una saga veterinaria muy conocida en la provincia, y se exhiben en la sala de exposiciones del Teatro Ramos Carrión, donde tiene lugar el citado congreso, hasta el próximo día 28 de noviembre, en horario de 12 a 14 y de 18 a 21 horas.
Entre los objetos más llamativos figuran microscopios fechados hace más de un siglo, balanzas, cronómetros, jeringas, agujas hipodérmicas, trocares, fonendos, emasculadores e hipómetros, así como diverso instrumental de época empleado en un laboratorio de sanidad y en la clínica de inseminación artificial en ganadería, que comenzaba a dar sus primeros pasos.
Por su singularidad, también destaca la presencia de los útiles dedicados a tratar cojeras en équidos mediante la aplicación de puntos de fuego en sus extremidades, una técnica usual entonces hasta la aparición de otras terapias.
Según ha explicado el presidente del Colegio, Victorio Lobo, quien ha agradecido las cesiones temporales de material para hacer posible la iniciativa, “la muestra es similar a la realizada en 2003 con motivo del centenario de la creación de la entidad”.
Sin duda la figura más destacada del XXVI Congreso Nacional y XVII Congreso Iberoamericano de Historia de la Veterinaria, a quien incluso se le ha dedicado el cartel anunciador, es Francisco de la Reyna, el Albéytar de Zamora, que vivió en esta ciudad en el siglo XVI y cuyas aportaciones a la veterinaria española recogidas en su Libro de Albeytería han sido reconocidas en la historia de esta profesión.
Francisco de la Reyna cuenta con una calle en Zamora, llamada Veterinario Reina, y la celebración del congreso ha servido para que los organizadores propongan al ayuntamiento de la ciudad que se le cambie el nombre por el de Albéitar Francisco de la Reyna, ya que con el actual nombre nadie identifica al histórico veterinario. Así lo explicó Francisco Rojo, presidente de la Asociación de Historia de la Veterinaria de Castilla y León y del Comité Organizador del congreso, durante la presentación del mismo, en la que destacó el nivel de los ponentes.