Un cachorro de unos dos meses de edad, macho y de capa alobada, es el segundo caso de rabia declarado en Melilla en 2022, y el sexto desde el pasado septiembre, según ha informado la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo.
El animal, del que se desconoce la procedencia, fue retirado de un solar ante la llamada de un ciudadano el domingo 23 de enero. Presentaba gran agresividad y clara sintomatología compatible con la rabia. Fue recogido por la Policía Local y trasladado al Centro de Observación, donde murió el miércoles 26 de enero. La muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología se envió el mismo día 26, confirmándose el resultado el día siguiente.
La Ciudad Autónoma de Melilla ha pedido colaboración para intentar averiguar cuál es su origen e intentar localizar a sus posibles hermanos de camada. Del mismo modo, ha advertido de que si alguna persona ha sido mordida o ha tenido contacto salival con este perro en la fecha indicada o anteriores debe personarse en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública y Consumo o contactar con el Servicio de Policía Local para iniciar el tratamiento en caso de que fuera necesario. Se recuerda que la rabia, una vez que se desarrollan los primeros síntomas, es una enfermedad mortal para personas y animales susceptibles. Igualmente, se debe contactar con la Dirección General de Salud Pública y Consumo si alguien tiene constancia de que el perro pudo morder a cualquier otro animal que se encontrara por la zona.
También subrayan que es muy importante recordar que ante la aparición de animales vagabundos o aparentemente enfermos en la vía pública no se intente tocarlos, alimentarlos ni recogerlos y se contacte con la Policía Local para que los servicios competentes procedan a su retirada de forma segura.