El burnout, o síndrome de desgaste profesional, es un conocido problema en el sector veterinario. Por ello, un grupo de investigadores se propuso hacer una estimación de los costes económicos que ocasiona, para mostrar las razones financieras por las que el sector debería abordar esta cuestión desde una perspectiva organizacional. Sus conclusiones se han publicado en la revista Frontiers in Veterinary Science.
Para ello, se usaron los datos sobre horas de trabajo y compensación de horas extras, preferencia de horarios y rotación de puestos de 5.786 veterinarios que trabajaban en el sector privado. Para medir el índice de burnout se utilizó la Escala de Calidad de Vida Profesional y se usó para calcular las probabilidades condicionales de rotación y reducción de horas de trabajo debido al burnout. La pérdida de ingresos de cada resultado (rotación y reducción de horas de trabajo) se utilizó luego para calcular los costes económicos para el sector.
El coste atribuible al desgaste profesional de los veterinarios en los Estados Unidos es de entre uno y dos millones de dólares anuales en ingresos perdidos, aunque existe fluctuación, y el coste depende de si los auxiliares veterinarios están incluidos en el análisis.
Analizando la totalidad de la profesión veterinaria, el estudio estimó que el coste económico del desgaste profesional debido a la rotación y la reducción de las horas de trabajo es de alrededor de 997 millones de dólares en ingresos perdidos.
Los costes por rotación son casi el doble de los ocasionados por pérdida de productividad por la reducción de las horas de trabajo. En particular, el coste medio de la rotación por veterinario es de alrededor de 104.000 dólares, mientras que el coste de la reducción de horas clínicas en la reducción preferida promedio de las horas de trabajo es de alrededor de 56.000 dólares.
Usando valores medios para los costes de rotación (por ejemplo, salario y contribución de ingresos netos), el coste a nivel de la industria atribuible al agotamiento profesional es de 1.075 millones de dólares.
Para comprender mejor los matices del costo del agotamiento en toda la industria, se realizan los mismos cálculos para cada una de las cuatro áreas de práctica: animales de compañía, equinos, animales de alimentación y animales mixtos.
El estudio calculó también los costes por especialidades profesionales, dividiéndolas en cuatro: veterinarios de animales de compañía, equinos, animales de producción y animales mixtos. De todos ellos, los costes más altos por burnout los sufren los veterinarios de animales de producción, mientras que los equinos son los que menos costes tienen en este sentido.
Sin embargo, los veterinarios de animales de compañía, seguidos de los de animales mixtos, son los que más contribuyen al coste total del sector por agotamiento profesional. Los veterinarios de producción tienen un mayor coste por veterinario tanto por la reducción de las horas de trabajo como por la rotación.