El problema de la rabia en Melilla no cesa, y la Consejería de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Animal ha informado de otro perro infectado, que eleva ya a cuatro los casos en 2022, y a ocho los declarados desde el pasado mes de septiembre.
El animal era un perro mestizo adulto de capa alobada, que fue visto el pasado día 25 de febrero en el barrio Reina Regente y pudo estar vagando por esa zona y la de La Cañada. Los vecinos alertaron del comportamiento muy alterado del animal, que se localizó muerto. Ante las sospechas se enviaron muestras al laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, que confirmó el positivo por rabia.
Las autoridades de Salud Pública de Melilla han pedido la colaboración ciudadana para intentar averiguar el origen del perro afectado, y recuerdan que cualquier persona que haya estado en contacto con el animal, haya sido mordida o haya tenido contacto salival, debe personarse urgentemente en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Ciudad Autónoma o contactar con el Servicio de Policía Local, para iniciar el tratamiento en caso de que fuera necesario.
Recientemente la Asociación de Veterinarios Municipales (AVEM) alertó de la grave situación de la Ciudad Autónoma de Melilla ante los continuos casos de rabia declarados, que suponen "cifras inauditas para esta enfermedad en un espacio de tiempo tan corto”. Su presidente Juan Carlos Ortiz ha llegado a pedir el cese de la consejera de Sanidad de Melilla, Francisca García Maeso, ante lo que considera una “incapacidad manifiesta" a la hora de controlar la enfermedad y velar por la salud pública de la población.