Actualmente no existen muchos casos de intoxicación alimentaria causada por botulismo en los Estados Unidos. Sin embargo, investigadores se preocupan por la seguridad alimentaria por lo cual el biólogo Larry H. Stanker y sus dos colegas, la bióloga Luisa W. Cheng y el investigador asociado Miles C. Scotcher del Centro de Investigación de la Región Occidental en Albany, California, han desarrollado una prueba nueva para detectar la toxina del botulismo.
Según los investigadores, la toxina tiene al menos siete serotipos distintos, de la A a la G. En la actualidad, en el país, la mayoría de los casos de botulismo son causados por los serotipos A y B.
Aunque solo han podido desarrollar un test que detecte el serotipo A, Stanker pronostica finalizar el desarrollo de otras pruebas para detectar los serotipos B y E a fines de este año.
El equipo de científicos colabora con la compañía Safeguard Biosystems Inc. de San Diego, California, con el objetivo de empaquetar dos anticuerpos del serotipo A en una prueba parecida a la del embarazo. El kit se destina para la prueba de líquidos, como bebidas o muestras clínicas, tales como sangre u orina.
Durante años, el método para detectar la toxina botulínica ha sido una prueba que utiliza ratones de laboratorio y que toma al menos cuatro días para realizarse correctamente. Además, no es económica ni portátil. Por contraste, la prueba desarrollada por el equipo de investigadores confía en moléculas fabricadas en el laboratorio conocido como anticuerpos monoclonales que pueden pegarse a la toxina que causa el botulismo.
Stanker ha usado estos anticuerpos en una prueba que es 10 veces más sensible que la prueba con ratones, y es mucho más fácil de utilizar y más barata.
Lea más sobre esta investigación en la revista de Investigación Agrícola de mayo / junio del 2009 en: www.ars.usda.gov/is/AR/archive/may09/botulism0509.htm o en la revista 'Journal of Immunological Methods' (Revista de Métodos Inmunológicos) del año pasado.