La Consejería de Salud Pública y Bienestar Animal de Melilla ha confirmado el diagnóstico de un caso de rabia que se detectó en un perro el pasado día 26 de mayo. El animal infectado provenía de Marruecos y permaneció solo 15 minutos en el territorio de Melilla, ya que en la misma frontera las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado avisaron al Servicio de Protección Animal de la Policía Local. Tras capturar al perro, fue trasladado al Centro de Acogida y Observación de Animales Domésticos.
Los veterinarios de la Dirección General de Salud Pública y Consumo que lo examinaron en el Centro de Acogida observaron síntomas compatibles con la rabia, que ahora ha sido confirmada por el correspondiente Laboratorio de Referencia. El perro ha muerto.
A pesar de la rapidez con la que el Servicio de Protección Animal actuó y del poco tiempo que el perro permaneció suelto antes de su captura, se puso en marcha una investigación epidemiológica para detectar posibles contactos con otros animales o con personas. La investigación concluyó que no era necesario adoptar ninguna medida profiláctica.