Las últimas noticias sobre la detención de dos personas por maltratar y sacrificar perros para extraerles sangre que posteriormente se vendían a las clínicas veterinarias supone “un desprestigio” para la labor que llevan a cabo los bancos de sangre y todo el colectivo veterinario. Así lo sostiene Carlos Torrente, responsable del Servicio de Urgencias y Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que indica que "los actuales bancos de sangre para transfusiones veterinarias ofrecen una total calidad y trazabilidad".
Carlos Torrente recuerda que ha habido una gran evolución en cómo las clínicas se aprovisionan de sangre para sus transfusiones. “Hace años se recurría a perros de amigos o conocidos, y se hacían con menos controles”, comenta. Ahora existen bancos de sangre comerciales que funcionan a nivel nacional e incluso internacional, con estándares de calidad “parecidos a los de los bancos de sangre humana”, que permiten un total control de calidad y trazabilidad y del que hacen gala dichos bancos de sangre. Por eso, “lo que hemos escuchado en las noticias estos días es una barbaridad, no tiene nada que ver con el funcionamiento de un banco de sangre en la realidad”, afirma Carlos Torrente.
Con el servicio de estos bancos de sangre, actualmente las clínicas veterinarias tienen acceso a sangre para sus transfusiones con más facilidad, aunque no siempre es posible. Por eso, explica Carlos Torrente, “la idea es que cada clínica tenga su propio pequeño stock de sangre”, y precisamente la gestión y mantenimiento de ese remanente es el principal problema que puede surgir, ya que es necesario conservar la sangre con unas determinadas condiciones sanitarias.
El responsable de Urgencias del Hospital Clínico Veterinario de la UAB comenta que para las extracciones de sangre se suele recurrir a donantes particulares, y que son intervenciones sencillas y mínimamente cruentas, sin sedación y de unos diez o quince minutos de duración. Anteriormente los bancos de sangre comerciales utilizaban mucho galgos, por ser animales atléticos y con buenas venas, pero no es la “raza estándar” para las extracciones, apunta Carlos Torrente. Lo que ahora se utiliza para obtener sangre son perros de raza grande, que principalmente estén en buenas condiciones de salud y tengan un carácter adecuado que facilite este tipo de intervenciones.