Su Majestad el rey Felipe VI ha recibido a los nuevos funcionarios del Cuerpo Nacional Veterinario, que han superado las pruebas de acceso a la Administración General del Estado. Entre las labores de este cuerpo se encuentran misiones tan fundamentales como velar por la producción de alimentos en cantidad y calidad para la población española; controlar la erradicación de enfermedades de animales de las granjas evitando así su difusión a las personas y otros animales y potenciar el crecimiento económico de nuestro sector agroalimentario.
El Cuerpo Nacional Veterinario posee una dilatada trayectoria y prestigio a nivel nacional y lleva más de cien años desempeñando un papel fundamental en el desarrollo del sector agroalimentario, especialmente en sus vertientes ganadera y pesquera. El impacto de la actividad desarrollada por estos servicios públicos se demuestra en la calidad de su labor a favor de la competitividad y sostenibilidad de la industria agroalimentaria, del desarrollo sostenible del medio rural y de la lucha contra el cambio climática.
Los orígenes del Cuerpo Nacional Veterinario se remontan a 1907, cuando mediante un Decreto de 31 de octubre del entonces Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, se crea una Inspección General de Higiene Pecuaria y un Cuerpo de Inspectores provinciales de Higiene y Sanidad Pecuarias y de Puertos y Fronteras, con el cometido de estudiar las enfermedades más comunes en los ganados de las respectivas provincias, efectuar descripciones de las mismas, indicar los medios para prevenirlas y curarlas, atender las consultas de los ganaderos y organizaciones y realizar una memoria de los trabajos realizados. Este se considera el precursor del Cuerpo Nacional Veterinario.
Es un cuerpo de la Administración General del Estado que trabaja en los sectores agrario y pesquero, abarcando toda la cadena alimentaria hasta la protección del consumidor, con una labor fundamental como garante de salud pública.
Sus ámbitos principales de actuación son: